Entrevista con Mohanna Bashir Kalo

Por Nanne op 't Ende
Kauda
24 de marzo de 2006

Mohanna Bashir es un hombre amable y modesto. Lo conocí en 1997 en Changaru, donde me invitó a cenar y me llevó hasta la cima de una colina para mostrarme la belleza de las montañas Nuba. Su labor actual es crucial para el futuro del pueblo Nuba. Como cabeza de la Oficina de Derecho Territorial Consuetudinario, debe garantizar que las tribus tengan en orden sus reclamos de propiedad territorial para el momento en que el Concilio Nacional Territorial comience su trabajo.

Mohanna Bashir Kalo

Mi nombre es Mohana Bashir Kalo. En1997, cuando nos conocimos en Changaru, me hacía cargo de la oficina de comunicaciones. El fallecido comandante Yousif Kuwa me seleccionó, junto con otros, para ira a Nairobi a tomar cursos avanzados. Era un hombre de visión: en un momento en el que la mayoría de nosotros  siquiera soñaba con esta paz él quería prepara a algunas personas para que fueran capaces de administrar la lucha mejor. Así que fuimos hasta allá. Estudié en el instituto de Administración de Kenia. Cuando me encontraba a mitad del curso, perdimos al comandante Yousif.

Inmediatamente después de recibir mi diploma, cuando regresé de Nairobi, se me pidió que me uniera a un equipo de inspección territorial en las montañas  Nuba. Fui automáticamente trasladado de un campo a otro, y así comencé a participar en la investigación de la tierra y sus usos. Eso sucedió cuando Abdelaziz [Adam el Hilo] era comandante en las montañas. La Agencia para el Desarrollo Internacional de los  Estados Unidos (US AID) me solicitó que continuara trabajando con ellos. Ahora estoy a la cabeza de la Oficina de Derecho territorial Consuetudinario en Kauda. Oficina que patrocina la US AID.

La cuestión territorial es la principal causa que llevó a la guerra a los Nubas. Resolverla significa mantener la paz entre estos pueblos, aquí en las montañas Nuba y a lo largo de todo el sur del Kordofán. Es por esto que la oficina se creó como una iniciativa de las comunidades; necesitan controlar y administrar sus tierras de manera acertada, mejor que antes. Y esto nos lleva a la propiedad de la tierra y a sus usos.

En lo que a la propiedad de la tierra se refiere podemos mirar atrás hacia los sucesivos regímenes que llegaron al poder en Khartoum. Establecieron leyes que consideramos injustas para nuestras comunidades aquí, en las montañas Nuba o en el Kordofán del Sur, en Nilo Azul y en Abyei. Y lo mismo sucede para Darfur..

¿No había ahí una ley que daba a la gente solo dos días para registrar sus demandas de propiedad?

Esa ley fue establecida en 1970. Dice que toda tierra sudanesa no registrada pertenece al Gobierno.  Para nosotros, esta ley solo surgió para legitimizar el saqueo de la tierra de los Nubas. El pueblo Nuba pagó demasiado por ello, ha sido victimizado con esta ley. Grandes extensiones de su tierra en las planicies les ha sido robada. El gran sistema de Habila es el mejor ejemplo, y hay otros similares a lo largo de las montañas Nuba.

La ley permitió al Gobierno tomar las tierras sin preguntar, sin respetar siquiera a las comunidades. Se les privó de disfrutar su propia tierra. Esta fue una de las razones que llevó a los Nubas a la guerra.
Ahora hay paz; hay un acuerdo de paz, una Constitución. El pueblo Nuba y las demás comunidades en el sur de Kordofán esperan disfrutar de su derecho a la tierra al igual que lo hacen las comunidades en el norte y en todo el territorio de Sudán. Pero aún existe esa ley. [El Gobierno] realizó algunas enmiendas en 1984 que reflejan el espíritu de la Sharía islámica (1). Dice:  la tierra pertenece a Dios y el Gobierno actúa como su depositario. Esto no es una enmienda: nada más es un juego de palabras para confundir a la gente..

¿El Acuerdo Comprensivo de Paz (CPA, siglas en inglés) no toma en cuenta el tema de la tierra?

El CPA sí lo considera. Si revisas el artículo 186, párrafo III, es un reconocimiento a las costumbres y tradiciones. Pero lo establecido en el CPA es muy débil: debe desarrollarse más a fondo y, gradualmente, incorporarse como ley. ¡Pero nosotros la necesitamos ahora, no mañana! Por ello estamos asistiendo a todas las comunidades existentes a identificar sus territorios y ayudándolas a administrar la tierra y sus recursos.

Debemos dar varios pasos. Investigamos en cada comunidad y llegamos a comprender que la tierra debe ser administrada por las comunidades tribales. Moro debe tener sus propias tierras; Otoro, las suyas. Deben administrar las tierras como comunidades. Aquí, lo que ahora estamos haciendo es ayudarlos a formar comités limítrofes. Estos comités funcionan para llegar a un acuerdo alrededor de los límites territoriales entre las comunidades.

Después, en cada comunidad se establece un Consejo Territorial, cuyos miembros son elegidos entre los de la propia comunidad. Una de las obligaciones de los Consejos Territoriales es dar la información pertinente y registrar sus territorios en el momento en que se establezca la Comisión Territorial [El CPA contempla una Comisión Territorial nacional que pueda hacerse cargo de los reclamos de propiedad. NotE]. De esta manera hemos reducido el nivel de poder ejercido desde el centro sobre las comunidades.

La administración territorial en la región del pueblo Nuba es muy difícil y confusa.  Una razón es el hecho de que esta tierra es también de interés para las comunidades nómadas. En este momento, los nómadas están causando muchos problemas; a nivel central hay leyes y normas a seguir, pero no son respetadas por los nómadas de por aquí.

¿Te refieres a leyes que permiten a los nómadas circular por el territorio con su ganado, dejar pastar sus vacas, tomar agua?

Sí, los corredores. Durante la guerra, el Gobierno declaró una guerra santa contra los Nubas. No importó que la mayoría de los Nubas sean en la actualidad musulmanes. El Gobierno apoyó a los nómadas, ya que la mayoría proviene de tribus árabes. Les dio armas, les dio municiones. Ahora que tenemos paz, el Gobierno no se ha dirigido a los nómadas para reorientarlos. Toda la región Nuba se ha convertido en un enorme corredor.

Los nómadas no están respetando los asentamientos; no están respetando las granjas; tampoco están respetando a las personas. Aún tienen en mente la cultura de la guerra. Así que tenemos que conseguir que esta idea sea menos fuerte, más difusa, y por cualquier método. De otra forma la tensión puede ir en aumento..

¿Existe algún diálogo con los nómadas acerca del uso de la tierra?

Debemos esperar a que el Gobierno termine de instalarse, pues queremos establecer contacto con los nómadas a través de los canales gubernamentales.   Al Gobierno le llevó mucho tiempo organizarse, pero ahora ya estamos intentando contactar a los nómadas. Planeamos sentarnos con ellos a gestar la normatividad. Creo que es más efectivo si los Nubas y los nómadas se sientan juntos a decidirlas que cuando son citados en algún lugar de Jartum.

Conocí a algunos representantes de una de las tribus nómadas en la oficina del gobernador Ismael Khamis. Ya no querían andar de arriba a bajo por más tiempo, deseaban asentarse en la zona sur de Kordofán.

Puede ser una Buena manera de controlarlos; si los controlas, puedes hacer que cumplan la ley. Pero eso también necesita planeación por parte de las autoridades, el cómo podrá pastar su ganado. Necesitan desarrollar un sistema de granjas o algo similar, para la pastura y el control de sus animales. Si lo consiguen, todo estará bien; pero si comienzan a asentarse sin un método estarán simplemente creando un nuevo problema.

Tu oficina también se hace cargo del uso de la tierra…¿cómo es esto? ¿Promueven nuevas técnicas de cultivo? ¿Estimulan la cooperación entre las comunidades?...

En este momento aún estamos muy lejos de ese gran reto que implica el lidiar con el uso de la tierra. Todavía estamos intentando establecer bien los límites territoriales, y estamos ocupándonos de un nivel muy primario de su administración para conseguir mantener en equilibrio el medio ambiente. Por ejemplo, pensemos en la silvicultura: debemos mantener algunos árboles en pie y no talar todo. Si observas el mapa, versa cómo avanza el desierto hacia el sur. Las arenas ya han alcanzado algunas zonas de Korodofán del Sur. ¿Por qué? Por la tala inmoderada de árboles, por el fortuito e irresponsable uso de los recursos naturales.

Estamos dando orientación a las comunidades para que preserven los recursos naturales, no para que sean solamente custodios o guardianes principales, sino para que sepan cómo regular su uso. Necesitan construir sus casas, requieren de ciertas cosas para comerciar y para recibir inversión extranjera, pero todo esto debe estar reglamentado. .

¿Cómo consigues esto? ¿Viajas hasta alas comunidades para discutir con ellas el uso de la tierra?

Siempre estamos en movimiento. Tenemos planes tentativos con todas las comunidades aquí en el condado de Rachad. Dividimos el área en dos: la región occidental y la región oriental,  y tenemos una oficina operando en Julud y otra aquí en Kauda. Esperamos estar pronto en Kadugli también. Como sabes yo dirijo la oficina de aquí.

Mencionaste la desertificación: ¿no es el cambio climático la razón principal para el descenso de los niveles de agua en la Tierra?

Sí, pero una de las causas primordiales para el cambio climático es la actividad humana, esa tala inmoderada de árboles. Si viajas de Kadugli a Kauda versa cómo la gente está sencillamente talando los árboles Taleib y usando sus maderas para carbón u otro tipo de productos. No hay quien pregunte algo al respecto, pese a la existencia de leyes y normas que reglamentan la silvicultura. No hay una persona observando este bosque, no hay quien apliqué la ley.

A las leyes se les mantiene bien guardadas en los libros que conoces, en las oficinas de Kadugli y Jartum. Y no falta la ocasión en que éstas estén cerradas: no hay persona alguna ahí tras veinte años de guerra. Incluso antes de la guerra [los encargados de hacer cumplir la ley], callaban. No cumplían con su deber en nombre de sus intereses personales. Se apropiaban de las tierras y las distribuían a su antojo a cambio de apoyo político.

Durante la guerra los jefes militares se convirtieron en el alfa y el omega de toda situación. Se volvieron terratenientes, y ya no fueron más comandantes militares. Retomemos el tema de los árboles Taleib: estos comandantes arrasaron Khor at-Taleib. El nombre Khor at-Taleib significa “el río de los árboles  Taleib”, pero si lo visitas ahora no vas a encontrar un solo árbol de este tipo: talaron todos. Hay varios lugares similares. En Um Durafi talaron alrededor de 700 árboles Taleib, justo antes de firmarse la paz. Y esta práctica continúa…

También fueron talados durante la guerra los árboles de mango. En Debbi, o en Eri y Abri y muchos otros lugares; nada más para construir estos refugios militares o para otros fines bélicos. Por ahora hay paz: tenemos que reglamentar todo esto, y realizar a las leyes las enmiendas necesarias para proteger las tierras, para su administración y usos. Si tenemos éxito en esto, creo que todo estará bien.

Cambiemos ahora el tema un poco: hay muchos Nubas en Jartum, en Puerto Sudán, El Obeid, en Medani, etcétera. Aún son dueños de tierras en las montañas Nuba. ¿Cómo se están protegiendo sus derechos?

Es muy sencillo. Aquí en las montañas Nuba los derechos territoriales serán mantenidos por la propia comunidad, una vez que ésta haya identificado y registrado su tierra. La comunidad y los líderes tradicionales de ésta saben qué clan se ha asentado dónde. En realidad no hay problema. La gente que se encuentra fuera no debería de preocuparse por que su tierra pueda ser simplemente.

Tan solo ciertas áreas pueden causar confusiones, como las poblaciones urbanizadas. Kadugli, por ejemplo, se está expandiendo y este crecimiento puede usurpar los territorios de otras comunidades. Quienes ahí se asienten es muy probable que sean ajenos a la comunidad dueña de esa tierra.

Necesitamos un diálogo entre las comunidades en las afueras de estas zonas urbanas para que puedan comprenderse unos a otros y llegar a un acuerdo que contemple la justa compensación por la pérdida de la tierra.

La gente no puede comportarse como lo hacía antes de la guerra: adueñándose simplemente de ella sin preguntar a los nativos y a sus habitantes quién había llegado ahí primero tiempo atrás. Hablo de hace unos 500, o incluso 1000, años atrás. Según los Nubas: han habitado este territorio desde que Dios creó Sudán. En consecuencia, si no se les consulta, si no se les reconoce su derecho ante la ley, creo que esta paz no va a funcionar.

¿Para ti cuál es la principal diferencia entre los tiempos de guerra y los de ahora?

Durante la Guerra había una brecha entre las comunidades y dentro de ellas mismas. Podías encontrar a la mitad de la comunidad viviendo en la entonces llamada área de control gubernamental, y a la otra mitad dentro de la del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés. Las comunicaciones entre ellos fueron cortadas, a las familias se les dividió y mucha gente se vio obligada por la situación a abandonar la región y emigrar.

El pueblo Nuba sufrió verdaderamente durante la guerra, a consecuencia de su ubicación geográfica. Está alejado del sur, está lejos los centros urbanos norteños y le rodea un medio ambiente poco favorable. Por ello tuvieron que sobrevivir en condiciones muy arduas. A veces era mucho mejor tener una taza de té llena de sal que una repleta de oro. En estos tiempos en que el mercado se está activando de Nuevo, la gente ha comenzado a olvidar los tiempos difíciles, cuando luchaban por conseguir una taza de sal.  

Ahora la gente se está movilizando otra vez. Las comunicaciones han sido restauradas. Las familias se han reunido. Uno puede encontrar de nuevo ropa y cualquier otro producto comercial. La gente espera ahora mejores accesos: carreteras, puentes… Si profundizas dentro del ambiente político, la gente está esperando muchas cosas. La tierra es una: seguimos retomando este tema. Los Nubas necesitan leyes que [les protejan contra la discriminación]. También necesitan participar a la par en las instituciones gubernamentales. Esto es lo que la gente espera…

Y ayuda para la gente común y corriente: necesita desarrollo. Necesita bombas de mano, necesita que el agua esté a su alcance. Necesita servicios como escuelas, clínicas, hospitales. Con estos servicios conseguiremos incluso que los Nubas que abandonaron el área regresen. Hay gran cantidad de Nubas en los estados norteños. Planean regresar, pero están haciendo muchas preguntas antes.

¿A dónde llevaré a mis hijos a la escuela? ¿Dónde conseguiré agua…?

¿Dónde se encuentra el centro de salud? Dónde, dónde,… Si estos servicios están disponibles conseguiremos que la gente regrese y, creo que entonces todo saldrá bien.

1.La Sharia o Ley islámica es el pilar del Derecho islámico y constituye un código de normas detallado que, al contrario que El Corán, no es irrefutable.

La página de las montañas Nuba fue realizada por Nanne op 't Ende.
Favor de contactarme aquí.