Entrevista con Neroun Philip Aju Kuku

Por Nanne op 't Ende
Lueri, Sudán
1 de abril de 2006

Neroun Philip se unió al SPLM1 en 1989. Tras cinco años de lucha se convirtió en el líder de  la Organización para la Ayuda, Rehabilitación y Desarrollo Nuba (NRRDO, siglas en inglés). Es uno de los hombres más destacados entre los que conocí en las montañas Nuba  y probablemente el más honesto. Nunca llegó a ser una figura pública del nivel de Yousif Kuwa o Daniel Kodi, pero su historia abarca amplias áreas de la lucha Nuba.  La entrevista es muy larga: cubre su juventud y educación; Komolo, el arribo del  SPLM a las montañas Nuba Mountains, el primer encuentro con Yousif Kuwa; el intento de llevar la Guerra a Darfur en 1991, los años de la NRRDO, las dificultades políticas en las montañas Nuba, el cese al fuego y el acuerdo de paz.

Neroun Philip Aju Kuku

Mis nombres son Neroun Philip Aju Kuku. Nací en algún lugar de las montañas Nuba en mayo de1963. Pertenezco a la tribu Laro, que es una de las dos que conforman Leira. Es una tribu grande.

Fui el segundo en nacer, por lo que [conforme a la tradición] se me llamó Kodi. El orden en el que se nace es importante en las montañas Nuba. Nazcas el primero o el segundo, la gente sabe de antemano cómo vas a comportarte en la vida. En nuestra tribu, el segundo en nacer es sabio; al primero le lleva mucho más tiempo, se le consiente más: se les desteta tarde. El segundo debe ser más listo y responsable, así que quizá tuve suerte.

Fui a la Escuela Primaria Abri. Estaba lejos de mi villa, pero mi padre pensó que era mejor que la Escuela Primaria Heiban, y me mandó a Abri. La idea original era enviarme a un internado, pero cuando me registré el director se dio cuenta de que yo era muy pequeño: tenía seis o siete años. Dijo que no debía quedarme solo en un internado, y mi padre me presentó entonces a otra familia. 

Mi padre era pastor en la Iglesia de Cristo Sudanesa, también era predicador.  Tenía un amigo en la misma iglesia, y pensó que me dejaría quedarme con él hasta que creciera un poco. Quizá después de dos o tres años podría ir al internado. Sin embargo, su amigo recomendó que mejor terminara primero la educación primaria y luego fuera al internado para la secundaria.  

La educación primaria se impartía sobre todo en árabe, idioma que entonces no me gustaba. Yo y otros habíamos llegado ahí desde nuestra villa y no hablábamos árabe, sólo nuestra lengua materna, pero fuimos obligados a aprender árabe; dentro de la escuela no nos estaba permitido hablar nuestra lengua vernácula o materna. Para evitarlo le daban a uno de los alumnos una moneda, justo al empezar la jornada. Le decían que diera la vuelta y localizara a quien estuviera hablando  su lengua materna; cuando encontraba a alguien, tenía que darle la moneda. Entonces este alumno tomaba su lugar y daba la vuelta hasta localizar a otro hablante de la lengua materna. Generaban una situación de dudas y sospechas. Cuando los alumnos se sentaban a platicar, tenían miedo; tenían que asegurarse de que no se acercaba el otro para descubrirlos hablando su lengua maternal. Al último al que se le daba en ese día la moneda debía entregarla al día siguiente, durante la revisión matutina. Era flagelado delante de sus compañeros; recibía los azotes correspondientes. En ocasiones se le pedía a dos hombres enormes que lo sostuvieran por los brazos y las piernas y se le azotaba así. Era algo realmente sádico y…, en fin, no me gusto la escuela primaria.  

¿Al menos te enseñaron correctamente? El fenecido Yousif Kuwa me dijo que aquel profesor no se preocupaba siquiera de enseñarles algo a los niños Nuba.

Bueno, la educación era ante todo en árabe, y la currícula no era buena. Era una currícula a favor de los árabes, pero en ese entonces no sabíamos que aquello no estaba mal. Sólo estábamos aprendiendo lo que fuera [que nos enseñaban]. Pero yo también era un cristiano –podría decir que aún soy un comprometido cristiano–, y aunque lo fuera debía adquirir la educación islámica. Eso no me gustaba.

Qué trataban de conseguir… Durante mi primer año en la primaria comencé a aprender el Corán y resulté un excelente alumno. El director, quien nos daba las lecciones, estaba muy contento y me daba ánimos. Me decía: “¡Eres un alumno brillante!, ¿por qué no te haces musulmán?”. Pero yo había nacido en una familia cristiana; ese era mi ambiente, mi educación, y no podía sacarlo de mi mente. Así que no me gustaba aquello, su manera de persuadir a los alumnos, de intentarlo…

Por lo general actuaban sobre los estudiantes con nombres en su lengua maternal, como Kuku; lo escribían y luego trataban de convencerlos: “No, éste no es un buen nombre; es mejor que recibas un nombre árabe.”Por esta razón podrás observar cómo la mayoría de los Nubas en las montañas Nuba tienen un nombre árabe, pese a también mantener su nombre local. Hasta la mayor parte de los cristianos tienen aún su nombre árabe.

Yo seguí siendo cristiano, y durante mi estancia en la escuela los vi cambiar su actitud, su política. El gobierno de Nimeiri tenía una orientación socialista. Era de carácter militar, pero al menos al inicio no se metía con la religión. Cada quien era libre para seguir su credo. Así, en ese entonces los alumnos cristianos podían salir de las aulas donde se impartían lecciones acerca del Islam y obtener su educación cristiana bajo un árbol, a través de un maestro cristiano. Por supuesto, al final del régimen de Nimeiri la historia fue otra, cuando él se convirtió a la línea dura del Islam.

Al acabar la escuela primaria fui a la Escuela Secundaria Delamy, la más cercana. Claro está que tuve que competir. Para ingresar en Delamy, los alumnos de muchas escuelas primarias –como la de Abri– debían presentar exámenes de admisión, y eran elegidos los mejores. La educación era gratuita, pero había pocas escuelas secundarias y en cada una solo se aceptaba a un número limitado de estudiantes: cincuenta, quizá cien. En nuestra zona había una secundaria en Heiban, y luego tenías que desplazarte hasta  Delamy para encontrar otra, y después quizá hasta Um Dorein para la siguiente. Había bastantes niños lo suficientemente inteligentes como para realizar los estudios secundarios, pero perdieron sus oportunidades por la escasez de escuelas, y por no poder competir con los mejores.

¿Qué tipo de currícula se impartía en Delamy cuando estudiaste?

Desde la primera clase nos empezaban a enseñar Inglés, desde el ABC, pero sobra decir que no era muy bueno. Los profesores de Inglés eran árabes, no nos enseñaban un Inglés correcto, pero pese a ello a mí me gustó; estaba muy interesado en aprender ese idioma. Después venían las matemáticas, todas las ciencias; geografía… Estaba acorde con la currícula de Sudán para la educación secundaria. En ese entonces contábamos con una de las mejores currículas. Había sido heredada de los británicos. Los profesores de gramática inglesa y literatura eran bachilleres de Oxford.

Cuando la currícula se sudanizó fue un verdadero desastre. Tuve suerte en poder adquirir un poco de la antigua educación. El sistema seguía el esquema 6-3-3-4: seis años en primaria, tres en la secundaria intermedia, tres en la secundaria superior, y luego cuatro, cinco o seis en la universidad, según cada facultad. En ingeniería eran cinco años; en medicina, seis.

Para acceder a la escuela secundaria superior teníamos que competir otra vez. En aquellos tiempos solamente había dos escuelas secundarias superiores en todo el estado de Kordofán del Sur. Además estaba 'al Mutazr', en Dilling, de carácter privado: había que pagar, no era una escuela del gobierno. Así, básicamente había dos: una en Kadugli y otra en Abu Gibeiha – e, insisto, había que competir.

La colocación de los alumnos la realizaba el gobierno, y los profesores solían anunciar los resultados en Radio Omdurman. Podías enterarte sólo por la radio si habías sido seleccionado y a qué escuela; después te dirigías a ella y ya. Quizá yo no estaba entonces por esos rumbos… Fuera lo que fuera, perdí el aviso radiado y tuve que caminar hasta Kadugli para conocer el resultado. Descubrí que se me había enviado a la Escuela Secundaria Superior Abu Gibeiha. Regresé a casa, y luego me integré a Abu Gibeiha.

De alguna manera, Abu Gibeiha era diferente. La mayoría de las áreas Kordofán del Sur estaban dominadas por los Nubas. Podías encontrar algunos comerciantes árabes, quizá eran dueños de unos cuantos establos, pero sólo arribaban a la zona para comerciar; no eran residentes. En Abu Gibeiha uno podía encontrar otras tribus, como la Kinana y la Fallata, y dominaban una zona donde los árabes sí podían vivir.  

¿Esto hizo que las cosas fueran más difíciles para ti? ¿Se te discriminó por ser Nuba?

No realmente. La discriminación era sobre todo un problema en el centro, y yo no la he experimentado directamente. Pero no me gustaba la situación en la que la mayoría de los Nubas vivía. En mi infancia, alrededor de 1977, mi padre fue enviado a Nigeria por cuatro años para aprender teología; creo que regresó en 1981. Desde entonces vivimos en Jartum. Estudié aquí, en Kordofán del Sur, pero solía ir a Jartum en las vacaciones. También teníamos casa aquí.  

Qué no me gustaba…La mayoría de nuestro pueblo carecía de educación, pero existía una migración de la juventud desde nuestra villa hasta Jartum. Los hombres jóvenes iban para trabajar ahí, y cuando regresaban a nuestra villa traían con ellos cosas, como hachas, shorts camisas bonitas y demás. Y cuando sus iguales los veían, también querían ir en busca de esos objetos que resultaban mejores que cualquier otro en la villa. Mas no sabían cómo habían sido obtenidos.

Cuando llegaban a Jartum, les era imposible conseguir empleos. Algunos realizaron trabajos manuales, como colocar ladrillos o trabajar en plantas en las afueras de la ciudad, pero la mayoría solía laborar en las casas de los árabes, como parte de la servidumbre. Y sobra decirlo, a nuestra gente no le gustaba ver a sus jóvenes trabajando en las casas de los árabes: cuando regresaban a la villa no podían decir que estaban lavando ropa o platos.

Miembros de algunas tribus incluso…Ya sabes, hace tiempo no había letrinas en Jartum. La gente usaba baldes, que luego eran recogidos por el Servicio de Salud Pública. Por ese entonces nos dimos cuenta de que la mayor parte de los trabajadores en este Servicio eran de la región Nuba, o de Río Azul o Darfur. Yo diría que la mayoría era miembro de ciertas tribus Nuba. Esto no nos gustaba.

La gente aún nos llama abid (esclavo); es común que al darse un enfrentamiento entre árabes y Nubas se escuche la palabra. Pero durante el tiempo de  Nimeiri, la discriminación no era tan grave. Era un gobierno militar, había bajo él más comunas independientes pero integradas, y la conciencia era mucho mayor que con los regímenes previos. Pero, por supuesto, el problema aún estaba presente. No solo porque carecíamos de oportunidades para estudiar: el norte dominaba todo.  En lo económico, los comerciantes eran de ahí. En el Gobierno, de ahí eran los burócratas. Los árabes controlaban todo, y ¡claro que no nos convencía esto!

Sueles mencionar la palabra “nosotros”, pero en esa época los Nubas no estaban muy bien organizados…

No estábamos muy organizados, pero existía una conciencia política. Cuando fuimos educados, en especial cuando yo estaba en la secundaria,  escuchamos acerca de la guerra en el sur, sabíamos por qué luchaban ahí: deseaban separarse del norte. Los árabes estaban dominando todo y discriminando a la población. Y también supimos que Philip Abbas Ghabush, o el “Padre Philip”, estaba peleando por nosotros. Supimos que estaba exiliado, supimos que había formado la Unión General de Nubas (GUN, siglas en inglés) y que este organismo luchaba por la liberación del pueblo Nuba.

Y no sólo eso: cuando entré a la escuela secundaria, participamos en las células clandestinas del Komolo, las cuales estaban siendo organizadas en ese entonces por Yousif Kuwa. Él era profesor en Tilu, la otra escuela secundaria, en Kadugli. Los Nubas tenían una conciencia colectiva como nación Nuba. Si alguien decía que iba a haber una reunión de Nubas, uno acudía. Ni siquiera se nos ocurriría que uno de nosotros no estuviera comprometido con la causa general. Si había encuentro, todos los Nubas acudían.

Manteníamos nuestras reuniones en lugares secretos, ahí donde sabíamos que ningún espía o miembro de las instituciones de seguridad pública, o cualquiera que no fuera uno de nosotros, estaría escuchando.  En  Abu Gibeiha, por ejemplo, había muchos jardines con árboles de mango, de manera que un Nuba podía comentar: “Ve a mi jardín”; era un espacio privado, y nadie podría entrar. Ahí desarrollábamos nuestros encuentros, y [los líderes de Komolo] nos daban instrucciones: "Esto queremos; nuestros objetivos son esto y aquello. Un día liberaremos a nuestro pueblo; ya está sucediendo en todo el sur”.

Mientras tanto estabas estudiando…

En la escuela secundaria superior elegí mejor ciencias, en lugar de artes. Quería optar por biología como materia principal. No porque quisiera ser medico, aquél era solamente mi interés: estudiar ciencias. Para mí, las artes eran muy generales, y no me agradaba el profesor.

Desde la primaria hasta la universidad, fui líder de mi clase. Solía obedecer a mis maestros, pero algo sucedió. Tuvimos un paro escolar. Los servicios no eran buenos y una cosa llevó a otra. Dejamos la escuela, justo un año antes de presentar el Examen de Certificado de Sudán. Abandonamos, alrededor de mayo, y se supone que debíamos retomar el curso antes de octubre para continuarlo hasta febrero y luego presentar el examen en 1981. es decir, el paro fue en 1980.  

Al realizar el paro… acordamos que nadie regresaría a la escuela por su cuenta. Pero sucedió que algunos estudiantes sí regresaron y continuaron sus estudios. Yo estaba en Jartum y cuando pregunté se me contestó: “Ah!, Neroun, de hecho las escuelas abrieron ya; están abiertas y se imparten clases en ellas.” Normalmente estaban cerradas entre junio y octubre, así que se suponía que me debía de haber presentado a clases en octubre.

Tuve suerte. Tenía un profesor, un norteño, que en realidad me valoraba porque era el primero de mi clase cada año. Convenció al director de que yo debía acudir, aún cuando el curso ya había empezado; le dijo que me pondría al día y presentaría el examen. Pero cuando llegamos a las opciones de estudio, se me dijo: “Tú, por el paro debes repetir materias si quieres llevar ciencias. La competencia se da en todo el país, debes prepararte para ella o puedes fracasar. Si quieres presentarte, mejor hazlo en artes; puedes  esforzarte y lograrlo”. Por supuesto: no quería repetir el año. Me presenté a artes y tuve éxito.

En primer lugar quería estudiar leyes en la Universidad de Jartum, y mi segunda opción era economía. Como segunda opción puse la Universidad Gazira; luego venía una tercera opción: la Universidad Juba. Conforme a los resultados de mi evaluación podría ir a la Universidad Gazira a estudiar economía. Le dije a mi padre: "No quiero ir a Gazira; debo estudiar en la Universidad de Jartum. Quiero volver a repetir el curso y presentar examen”. Sólo respondió: "Ya que te han aceptado, comienza a estudiar. Una vez dentro podrás todavía ajustar tus estudios”  Y eso hice, hasta que terminé economía. Pero antes de completar el ultimo año de la Universidad regresé a las montañas Nuba, en 1987, y algo malo sucedió.

Regresé a la región Nuba porque había gente que se había unido al SPLM en 1986. Yousif se había integrado desde el 84 o el 85, pero otros, como Abdelaziz [Adam al Hilo], lo hicieron en 1986. Durante los dos primeros años se les entrenaba; además se tenía la idea de mandar Nubas de regreso a las montañas Nuba para que realizaran el reclutamiento. Lo llamaban movilización política: los comisarios políticos llegaban y movilizaban a la gente para formar las células internas de acción. En 1987 ya estaban instalados en las montañas Nuba, y cuando llegué… por supuesto, los conocí. Hablé con ellos y les dije que me uniría al Movimiento, mas no de inmediato: “Este es mi último año en la universidad; regresará a terminar y luego me les uniré”. Cuando todavía estaba con ellos sucedió algo malo, algo que no me agradó. Nunca había visto algo así…

Las [Fuerzas Armadas de Sudán] en Heiban habían comprado en el mercado un toro. Alguien de la guarnición lo había comprador, pero el toro se escapó. Entró en nuestro territorio, de donde había salido originalmente. De la guarnición enviaron un soldado y un carnicero a por él: si el toro quería escaparse de Nuevo, el soldado dispararía y el carnicero lo destazaría y lo llevaría de regreso. Era tarde cuando llegaron a nuestra villa, y la gente les dijo: “El toro está aquí; regresó, pero es mejor que ahora duerman y retornen por él mañana.”. El único problema fue que rindieron reporte ante los movilizadores del SPLM.

Se encontraban en lo alto de la montaña, y es claro que estaban armados. Se les avisó que un soldado y alguien más regresarían a recoger al toro, que ya los habían recibido, pero solo para hacerlos retornar al día siguiente, y demás. Y esta gente, en lugar de… No se pusieron a pensar en las implicaciones que habría si hacían algo malo. Decidieron matar al soldado.  El otro escapó. Corrió hasta llegar a la guarnición y avisar al comandante que el soldado había sido asesinado y contarle el resto de la historia. Los comisarios del SPLM se habían expuesto.

El comandante envió una gran fuerza; quemaron todas las villas. Llegaron a la casa donde el soldado había pasado la noche y torturaron a sus habitantes. Fueron amagados… No eran quienes habían matado al soldado, pero habían recogido el cuerpo para enterrarlo. Pensaron que lo normal era enterrar a una persona que había muerto. Por supuesto, quienes lo habían matado eran los del SPLM. Ese fue uno de sus errores. No lo hubieran hecho si hubieran sabido las implicaciones de su acto. 

Los soldados quemaron todas las villas; torturaron a esas personas hasta que les mostraron la tumba en donde habían enterrado al soldado; mataron a trece de los torturados. Fueron torturados a muerte. Los conocía a todos, y sabía que al menos dos se suponía regresarían a la ciudad para presentar su examen de admisión. Y los mataron.  

En general, siempre he sentido cierta ambigüedad en tu relación con el SPLM; ¿fue ante esto que se originó? Hay cierta ambigüedad…

Sí.  

Estás muy comprometido políticamente con la lucha, pero también parece que a veces estás en desacuerdo.

Sí, claro. Algo malo no puede volverse bueno. Una mala acción no puede justificarse. Para mí, esas personas fueron víctimas de los errores del SPLM. En ese entonces, no hubieran perdido a trece personas si hubieran actuado más sabiamente. Eso la sabía, y no me hacía feliz. Pero retorné, y me gradué.
Fue la época en que mi padre regresó de Nigeria. Cuando me gradué ya se encontraba en uno de los colegios teologales de la iglesia. Así que me dijeron: “En lugar de sólo esperar por tu certificado, puedes ser profesor de medio tiempo en el colegio”. Estuve en eso por uno o dos meses, y entonces, en cuanto obtuve el certificado, apliqué para obtener un trabajo con el gobierno.

Ya estabas comprometido con el SPLM, ¿intentabas obtener un  trabajo gubernamental para serle útil desde adentro?  

Nada más quería ver cómo podían darse las cosas. Escuchamos que no había empleos. No contábamos con muchos  [graduados Nubas, para empezar], y de todas formas era complicado obtener un trabajo. Pero en lugar de asumir de entrada que no iba a conseguir uno, y simplemente integrarme al Movimiento, quise intentarlo y ver cómo funcionaba. Y era bastante aterrador; podías competir con más de diez mil aplicaciones para los puestos oficiales. Era una lista enorme, y algunos ya lo habían intentado antes unas cinco veces sin conseguir algo. No solamente los negros; incluso los árabes no conseguían puestos. Ya sabe, a menos que alguien fuera tu pariente o…

El ser miembro de un partido político no era tan importante; ni siquiera porque se vivía una breve etapa democrática. La división existente era bastante sectaria: o pertenecías a Umma2, o a la DUP3, o eras comunista. Por lo general, si uno tenía contacto con alguno de los grupos obtenía mejores oportunidades. Conocían a la gente que trabajaba en los ministerios; tenían a su gente dentro… Pero no era mi caso, yo no contaba con eso. No teníamos una agrupación Nuba en la Universidad; éramos muy pocos para formar nuestra asociación, así que formábamos parte del Frente Nacional Africano (NAF, siglas en inglés), con los sureños. El NAF representaba a todos los negros, y enarbolaba sobre todo los temas de discriminación, religión y demás, lo que implicaba la lucha africana.

Mas, incluso, juntos no éramos muchos: creo que solo éramos dos Nubas comprometidos y siete sureños. Pero teníamos contactos en otras universidades; los había en Juba, y en Jartum. Cuando se trataba de los grupos dentro de la Universidad, nos vinculábamos con los comunistas porque eran los más cercanos a nivel ideológico. Al menos luchaban por la igualdad, no tenían una orientación musulmana y no eran nacionalistas árabes. No éramos los comunistas típicos, más bien éramos socialistas. Votamos con ellos contra el Frente Islámico, que estaba dominando los sindicatos universitarios.

Como fuera, yo carecía de un whasta –así llaman a las personas que pueden mediar a tu favor. Durante la entrevista era común que te preguntaran: “¿Tienes en algún lugar whasta capaz de facilitar tu acceso a un trabajo, o garantizarlo?”  Y si respondías: “No tengo un whasta, no conozco a alguien que esté trabajando en el gobierno…” Ja, ja, ja, solo se reían de ti y se iban. Sabían que quien así contestaba no iba a conseguir trabajo alguno. Sólo si conocías a un oficial de alto rango en el ejército, o a un ministro, o alguien por el estilo, podrías ser aceptado. 

Pero una vez que me presenté a la entrevista, las cosas sencillamente marcharon a mi favor. Fue muy dura, pero yo también lo fui. A quienes contaban con un whasta sólo se les formulaban algunas preguntas fáciles, incluso en los comités. Pero a mi se me dieron quince preguntas, y muy difíciles.. “Nombra las condiciones del FMI4”,por ejemplo, o “define devaluación y describe sus efectos sobre la economía nacional”. También me preguntarían sobre la ONU, en qué consistía, a qué se dedicaba y demás. Pero pasé la prueba, y se me llevo al Ministerio nacional de Finanzas para mi entrenamiento.

Antes de que se me diera el trabajo, pasé por tres meses de entrenamiento, algo parecido a una introducción general al Ministerio: sus secciones, sus diferentes administraciones, los procedimientos a través del sistema. Después de esto se me colocó en la Sección del Banco Mundial, por una breve período, y luego a Administración de Hoteles y Turismo, por una semana. Se me llevó al Departamento de Mercado, donde realicé licitaciones y cosas similares, y finalmente terminé en la Sección de Inversiones Gubernamentales. Era ahí donde el Gobierno manejaba sus inversiones internacionales; donde manejaba sus participaciones nacionales y las que tenía en otras compañía. Dábamos seguimiento a estas acciones.

Aquello sucedió cuando Sudán comenzaba a explotar sus reservas petrolíferas… ¿Con Chevron 5, no?

Sí, fue entonces. Pero ya teníamos contratos con otras compañías, como mineras en busca de oro en el este de Sudán  y empresas de riesgo como Khartoum Dairy6. Eso es lo que hacíamos. Pero era muy difícil, porque no teníamos suficiente dinero circulante. También fue entonces cuando llegó al poder el NIF7. Se me aceptó para el trabajo por mayo de 1989, y me integré a la Sección de Inversiones en agosto. Pero el NIF tomó el poder en junio de ese año, y se instaló en el Ministerio hasta enero de 1990.  

El gobierno del NIF estaba explotando los recursos naturales del país para favorecer sobre todo a una pequeña élite. Pasaste unos cinco o seis meses en una oficina que podría estar directamente involucrada en esto: ¿ya existía con anterioridad un sistema que permitiera a un pequeño grupo de personas controlar la mayoría de los contratos?

De hecho eso paso más adelante, cuando el gobierno tenía ya el control total. En ese momento lo que hacían principalmente era garantizar su seguridad atemorizando a la gente. Fue una de las razones por las que me fui, aunque ya tuviera en mente unirme al Movimiento. En cuanto el NIF llegó al poder, comenzó a despedir a todos los que eran conocidos como comunistas. A todos se les quitaron sus puestos “por interés público” –así lo llamaban, salih al ahm: interés público. Se te removía de tu puesto porque eras una “amenaza para el público”.

A mí no se me ubicaba como comunista, pero sí como miembro del NAF. Quienes estábamos [en la Sección] realmente no trabajábamos. Teníamos la sensación  de que si no se nos despedía como a los comunistas, teníamos que estar en una lista negra. Podríamos ser los siguientes. Todos teníamos que reportarnos muy temprano en la oficina; teníamos que firmar en una lista junto a nuestro nombre, y cuando nos íbamos debíamos firmar otra vez, ante un elemento de seguridad de la oficina presidencial. No nos gustaba aquello, y le dábamos la vuelta. Enviábamos a uno, muy temprano, a firmar por todos nosotros en todas las hojas, y luego las mandábamos a la oficina presidencial Ja, ja, ja. ¡Esa no era manera de monitorear el comportamiento de los trabajadores! Y si esto debía hacerse, no nos gustaba que lo realizara personal de seguridad de la oficina presidencial. Así que lo hacíamos tonto.

El sentimiento general era el siguiente: "Vamos a esperar la lista, y ver entonces quien ha sido despedido esta mañana”. Recuerdo a esa señora, era la mayor en toda la oficina. Estaba embarazada y tenía problemas para bajar las escaleras: un día comentó: “¡Oh, espero no ser hoy uno de los señalados”. Entonces alguien que había podido poner sus manos en la lista dijo: “Bueno, éste es tu nombre… Estás despedida”. Sólo dijo: “¡Carajo!”.  Ja, ja, ja, y se fue. En definitiva, como pertenecíamos a su sección supimos entonces que estábamos esperando nuestro turno. Yo iba a marcharme de todas formas, así que …

No se nos pagaba mucho; no podíamos rentar una casa; no podíamos hacer cosa alguna. Iban a tomar a los nuevos graduados y colocarlos en la escala Q, donde podías trabajar por unos cuatro años antes de poder ascender.  Y te iba a llevar muchos años más el poder acceder a las escalas de mayor nivel; se necesitaba mucha política, y requerías de tu whasta para ser promovido. Yo estaba consciente de estos problemas. Por supuesto, me quedaba con mi familia, en Jartum; mi padre aún me cuidaba, y eso no me agradaba. Decidí que era el momento de unirme al Movimiento.

Fui a la oficina para sacar algunas copias de mis certificados. No escribí una carta de renuncia, claro está, pues iban a preguntarme mis razones. Agarré mis papeles y me fui. Le dije a mi padre que iba a unirme al Movimiento; no le dije a mi madre, pues sabía que no iba a apoyarlo. Simplemente me escabullí y me fui.  

¿Fuiste a las montañas Nuba o te dirigiste directamente a Etiopía?
Quería ir a través de Etiopía, pero cuando pregunté, nuestra gente en la frontera dijo que la seguridad era cada vez más cerrada. Buena parte de nosotros había sido regresada y se encontraba en prisión, como sospechosa. Ya se sabía que la gente cruzaba por Etiopía para unirse al Movimiento. En general, las rutas habían sido bloqueadas. Por ese entonces había una entre  Dilling y Heiban; yo conocía a  varios rebeldes que solían tomarla.
Era finales de 1989; en julio o agosto el SPLM ya había entrado en las montañas  Nuba con una de sus fuerzas principales: la división  Kush. La primera fuerza de reclutamiento, Volcán, había entrado en 1987, y con los reclutas de aquella misión fue organizada Kush como una fuerza de penetración y toma de posiciones. La encabezaba Yousif Kuwa; Abdelaziz era el segundo al mando. Abdelaziz entró primero; Yousif estaba atrás, en Fariang.
Esa era la época en la que yo estaba integrándome también. Ya estaban luchando: las fuerzas entraron por el [Lago] al Abiad, desde donde se dirigían a las áreas del sur de Kurungu. Abdelaziz tenía ahí sus cuarteles principales. Los Volcanes ya conocían la zona y ocuparon muchas plazas.  
Pero después se retiraron de Kurungu…
Era una fuerza muy numerosa; no querían estar todos juntos en un solo lugar. Y para evitar pérdidas se dio una retirada a Moro, pero Abdelaziz permaneció en Kurungu con su batallón. Solían tomar una plaza y dejar en ella un batallón, mientras el resto continuaba hacia otra plaza; la liberaban, dejaban un batallón y así seguían adelante.
Tuve que encontrar un camino para unirme; para ese entonces si se circulaba por cualquier ruta que saliera Dilling hacia cualquier lugar se podría ser parado por una guarnición militar. Los soldados revisaban a los pasajeros: a quienes sospecharan [de tener contacto con el SPLA8], sencillamente los llevaban a los arbustos y los mataban. Ya habían matado a los sureños; les había bastado con sacarlos de los camiones. Mataron a todos aquellos bajo sospecha, y si tenían algún problema con cualquiera: también lo mataban.
Yo había conocido las células de Jartum, y se me dijo que buscara a una persona en Dilling –vamos a llamarlo Mohamed. Le informaron mi deseo de unirme. Tuve que ir a su casa, y luego hicimos los arreglos pertinentes para mi envío a las zonas bajo dominio SPLM. De hecho, éramos dos. Fuimos a su casa y lo saludamos, y entonces Mohamed le informó a uno de los soldados del Gobierno, un simpatizante del SPLM, que debía ayudarnos. Claro: teníamos partidarios en todos los lugares; hasta en el gobierno.
Así, Mohamed dijo al soldado: "Hay varias personas que se van a unir al Movimiento, necesito que las acompañes". Agarró nuestro equipaje y se fue en el camión donde habíamos estado viajando hacia la base militar. Ahí revisaron lo que tuvieran que revisar; Mohamed se hacia cargo de nuestro equipaje. Se nos pidió que tomáramos una desviación hasta un lugar en las afueras de la ciudad, a donde el camión haría una parada para recogernos. Lo esperamos ahí y lo hizo: nos recogió. Por supuesto, el soldado sabía que estaríamos esperando y fuimos recogidos.
Por lo general los camiones llegaban a uno de los mercados, ya que los comerciantes estarían ahí y se trataba de conseguir dinero para el SPLM. Había escasez, no había comodidades: no había jabón, sal… no se encontraba cosa alguna. Algunos de los comerciantes estaban con el Gobierno, pero aprovechaban la situación para ganar dinero. La gente solía llevar sus vacas y sus productos agrícolas con la esperanza de obtener alguna ventaja. Todo era muy caro, y la situación era un hervidero. La aprovechamos para filtrarnos.  
¿Los comerciantes habían tenido esa actitud desde el inicio de la guerra?

Sí. Al igual que algunos de los oficiales del ejército. El SPLM estaba aquí, y se suponía que no deberían de haber permitido que cruzara hasta estas zonas, pero si aceptaban dinero se podía llegar a ciertos acuerdos con algunos comerciantes. Podían atravesar las diferentes zonas, e incluso conocían a los rebeldes, y a la vez vendían sus productos y daban algo de dinero a los oficiales. Les era provechoso, y así era como trabajaban.

Así que se nos dejó en el mercado mientras ellos arreglaban sus asuntos, y aproveché para ir a mi villa. Nuestra casa ya había sido quemada. Teníamos una casa río abajo, en Nyakma: la habían quemado y saqueado. Pero en otra villa estaban mis parientes, mi tío y otros, así que hasta ella fui: no estaban en sus casas. Tenían miedo de quedarse en sus chozas; por ello estaban escondidos en la maleza.  Era un área liberada, pero la fuerza SPLA a cargo de ella tenía su base hasta Lueri, mientras que nosotros vivíamos abajo, en los valles. No podías confiarte; a nuestro alrededor estaban los Shanabla9 y otros; gente que podía llegar a atacar la desprotegida villa por la noche. Así que viví un tiempo con mis tíos en rakubas (refugios) en medio de la maleza, y luego me dirigí a Lueri, para reportarme ante el comandante de la plaza.  

¿Quién era este comandante?

En ese entonces se encontraba ahí el Batallón Lehimer, al cual comandaba un sureño, de cuyo nombre no me acuerdo. La mayoría de los soldados eran Nuba, pero no contábamos con muchos oficiales de alto rango. Yousif era el comandante general; Abdelaziz estaba en Kurungu; luego estaba Ismael Khamis, en Moro para entonces. Claro, también estaba Yunis Absoddor, a cargo de un batallón,  al igual que Ouwad Abdelkarim, Telephone Kuku y Yousif Karra. Eran capitanes –de bajo rango; estaban a cargo de algunos contingentes de ataque especiales. Aunque se les llamaba batallones, estaban formados por alrededor de cuatrocientos hombres.

Me reporté en Lueri a inicios de mayo, justo antes de la celebración del 16 de mayo (del aniversario del Movimiento). El comandante local le avisó al comandante Yousif, cuyos cuarteles generales estaban entonces en Tabanya. El me ordenó estar allá antes de las celebraciones, ya que aunque cada batallón tenía su propia fiesta, la celebración principal se llevaba a cabo cerca de los cuarteles generales, en un lugar por nombre Angola. Yo debería participar en la celebración del 16 de mayo, y luego Yousif me despidió hacia el sur.

¿Fue esa la primera vez que te encontraste con él?

De hecho, sí. Sobra decir que había oído hablar de él, en las reuniones que habíamos tenido durante la secundaria. Y estuve muy cerca de conocerlo en aquel entonces cuando compitió para la asamblea regional, junto con Daniel Kodi. Yo estaba entonces en Kadugli, me parece que para revisar los resultados de mi examen. Por cierto, me estaba quedando con Carter, el mismo que ahora está en el directorio de salud. Al final, no le conocí… no estaba yo en algo tan importante como para hacerlo. Aún era como un niño; era demasiado joven y no tenía el nivel requerido para conocer a alguien como Yousif y su gente… Pero quedé impresionado con la manera como nuestro pueblo estaba intentando impulsarlos hasta la asamblea regional, y hasta la nacional.

Como fuera: Yousif me llamó y se me dio el mando sobre una fuerza, algunos cuantos soldados que nos acompañaron.  Fui la única persona en salir desde ahí, pero en Tabanya me encontré con algunas más, de  Darfur, que deseaban unirse también.  Serían el contacto para mi posterior viaje a Sudán Oeste. Ramadan Hassan también estaba ahí; se acababa de integrar. Ahora forma parte del Consejo de Estado. Había otras personas del grupo de Abdelaziz que también iban hacia el sur.

Así, me dirigí a Tabanya, y Telephone Kuku fue el primer comandante Nuba que conocí. Me explicó brevemente el Movimiento, con un excelente resumen. Quizá gracias a mi trayectoria estudiantil comprendí de inmediato en qué consistía. El Movimiento no está en contra de los árabes, no está contra grupo o persona alguna, pero necesitamos un sistema de gobierno con base en nuestras comunidades: necesitamos un nuevo Sudán, en el cual podamos tener democracia, en donde tengamos igualdad de derechos. El acercamiento y la estrategia del Movimiento se basa en movilizar a la gente desde sus núcleos rurales hacia el centro. Y así era como estábamos actuando: movilizábamos a los campesinos de las zonas aldeanas y con ellos avanzábamos hacia el centro, hasta que pudiéramos llegar a él..

Telephone decía que aquello iba a ser una guerra prolongada; no era una estratagema, no era una revolución, no era algo que sólo pasa durante una noche.  Así que para realizarlo tendríamos que andar un largo camino: era un proceso, un Movimiento. Y como era tal, debíamos asegurarnos de que habíamos cambiado la manera de ver las cosas de todos: que todo mundo estuviera a bordo.

Suena curioso eso de “todo mundo”, y que Telephone te hubiera explicado las cosas así… [Más tarde Telephone Kuku quiso rendirse y se le acusó de traición]

Bueno, el resumen fue bueno, pero nunca demostró su compromiso y su fe. Tenía muy buenas ideas acerca del Movimiento, pero la forma como las puso en práctica fue…

Al día siguiente debía entrevistarme con Yousif Kuwa para recibir instrucciones. Estaba ansioso por conocerlo, incluso cuando no me gustaba el ambiente militar. No estaba acostumbrado a él, y no me agradaba: era crudo, era… lo normal era que no te agradara. Aunque seas importante, si piensas siquiera que lo eres, no hay quien te vea así, quien te reconozca como tal, además de otras cosas. Ja, ja, ja,.
Mi primera impresión de Yousif fue… No, claro que tenía eso… Incluso al estar en mitad de la maleza, viviendo en una choza de paja… Era una persona muy sencilla y… era centro de una atención [total]… Pero también quería verme, quizá era consciente de que por entonces no habíamos tenido a alguien con estudios integrándose al Movimiento. Entonces supo que me había graduado; de hecho, éramos los únicos dos graduados.

No nos habíamos conocido antes, pero le importaba algo que luego me comentó, que se decía [a sí mismo]: en realidad necesitamos la participación de aquella parte de nuestro pueblo que ha conseguido tener alguna educación, porque la mayoría de nuestros soldados carece de ella. Son entusiastas con el Movimiento y todo lo que lo rodea, pero para la gente sin educación es difícil [comprender] nuestra visión y, en consecuencia, su compromiso se dificulta. Por ello necesitamos de gente con educación: una vez que conozcan nuestra visión, se comprometerán con ella. Tendrán que probarla, que saber que es algo verdadero y no sólo la consecuencia de diversas emociones. Y es que la mayoría de los participantes lo eran como resultado de alguna emoción: estaban enojados, frustrados,…

Al mismo tiempo Yousif sabía que yo había comenzado a trabajar en una oficina gubernamental y quizá llegó a pensar que me estaba convirtiendo en un  effendi10 –un maestro; alguien que quiere una vida cómoda, alguien que desea estar siempre sentado. Al darse cuenta de que yo usaba zapatos y calcetines de calidad, quiso hacerme comprender que la vida en el Movimiento y su Ejército era en medio de la maleza y que yo me había olvidado de esto. Y agregó que en lugar de lo que usaba debía acostumbrarme a las sandalias de caucho.

Después de ello, por supuesto, me explicó la visión del Movimiento, sus objetivos: por qué peleamos, sobre todo en la montañas Nuba. Era muy claro: me demostró la necesidad de calidad; la de un Sudán laico, donde no hubiera discriminación, donde hubiera democracia, y todo eso.

¿Discutiste la necesidad de superar las divisiones tribales? Yousif me contó que hubo un tiempo en que declaraban: “No somos Nuba, somos Miri; aquellos que habitan atrás de las montañas son los Nuba”.

Eran muy pocas las tribus que tenían esa percepción. Por ejemplo, los Nyimang dirían que ellos eran de una clase superior y podían considerar a todos los demás ahm. Pero esto sólo se daba entre los intelectuales. Este es el tipo de personas… del cual decimos que tener un poco de educación es pero que no tenerla. La gente con cierta educación puede empezar a presumir y a criticar a los demás. Pero Yousif no les hacía caso, porque eran producto de la ignorancia. Además, desde que el Movimiento comenzó la gente se integró aceleradamente a él, desde diferentes tribus; todos trabajaban unidos como Nubas y esta conciencia colectiva quebró la división entre las tribus.

Ahora que Yousif ya no está, las personas discuten su legado. Uno de los puntos en los que aún no han acordado es si peleaba sólo por el pueblo Nuba o por un Sudán unido.

¡Claro que discutimos este punto!. Yousif, Abdelaziz, Dr. John, compartían la idea de que el asunto de Sudán no podría resolverse mientras se siguiera considerando a partir de los problemas locales de las diferentes zonas del país.  Se había trabajado de esta manera por siete años en el sur, y no se habían obtenido resultados. Pensaron que era un fracaso, y no estaban dispuestos a repetir el mismo error. Desde el inicio, en la primera guerra, la gente quería hablar acerca de la discriminación, quería denunciar las diferentes cosas que los árabes estaban hacienda; había división y reglas a la vez, había de todo –pero básicamente sólo querían posiciones políticas; querían cosas para sus tribus. Hablaban de separarse, pero no era posible entonces.

Se necesitaba unir a toda la nación, en lugar de tratar de resolver los problemas conforme a las división racial primordial: blancos y árabes. La gente debía enfocarse en un hecho: todos formábamos parte de una sola nación, tenía que romper las barreras que evitan a las personas creer en la unidad. Estas barreras son: islamismo; nacionalismo árabe; la cuestión de las identidades; la de las culturas. Debían ver lo siguiente : la diversidad es de hecho algo positivo, no algo negativo que separa a los pueblos. Una vez que has logrado comprender esta idea, ese sentido de comunidad, ya no hay necesidad de seguir con lo otro.

Digamos que la separación comienza en el sur; entonces puede ascender y crecer entre las tribus del sur, e incluso dentro de ellas. [La identidad racial] es algo relativo, no debe ser la base para solucionar un problema. El  Dr. John también daba el ejemplo del hierro: si está demasiado aherrumbrado, ya no puedes limpiarlo más. Si un sistema está demasiado deformado, ya no puedes formarlo otra vez, nada puedes hacer… Tratarás, sin embargo. Si consigues el cambio, ¡qué bueno! Si no cambian, no tienes otra opción: debes seguir tu propio camino.

Ellos, nuestros líderes, creían que el cambio era posible. Es verdad: los políticos árabes están atascados con Islamismo y su nacionalismo árabe. Pero si se desarrollan las políticas correctas, y se llega a un acuerdo acerca de las cosas esenciales, el cambio se vuelve posible. Sucedió en Sudáfrica, sucedió en otros lados. Pero es básico para la construcción de cualquier nación: las tribus y su sistema de vida se encuentran en todas partes, y una nación no puede forjarse alrededor de tribus.  

Es claro que, de entrada, usaban al Islam sólo para acceder al poder, de manera que éste se convirtió en algo totalmente diferente a sí mismo: no enseña lo que predica.

Ese es un tema muy sensible: usaron al Islam como instrumento de poder.

Como una ideología para congregar a la gente.

Es muy efectiva

Cumplió con su función. Es una desgracia, pero verdadera; no debió ser así….

Estos son algunos de los temas que Yousif y yo discutimos en aquel encuentro. Que aquella era nuestra visión; y repitió otra vez lo mismo: que estábamos comenzando desde los matorrales, desde las zonas rurales, para educar a la gente acerca del Movimiento. Que se trata de un Movimiento, y que la lucha armada es solamente un medio para llegar al objetivo. Al final están las ideas acerca del desarrollo: creemos en la transformación. Desarrollo no es lo mismo que crecimiento. En el sur, con el petróleo, puedes obtener mucho dinero y hacer cosas fácilmente. Pero cuando estás hablando de desarrollo no contemplas cosas como la riqueza que puede obtenerse gracias al petróleo. Si quieres un desarrollo real, sólo puedes conseguirlo a partir de la transformación profunda de todos los sectores. No puedes conseguirlo con personas sin educación, en zonas rurales donde no hay servicios. No funcionaría, todo se quedaría igual.
Después de su explicación, de hecho, al día siguiente, fuimos juntos a la celebración del 16 de mayo. Fue un festejo muy agradable. Cuando llegamos vimos el arribo de todos los habitantes de las villas, venían de diferentes direcciones e iban marchando; llevaban marissa (cerveza de sorgo) en sus ollas. Ya sabes, esas muchedumbres… ¡miles de personas bebiendo hasta no poder más! Había marissa en todos los rincones; mataron vacas, y también había carne por todos lados.

Al terminar la celebración, partimos rumbo a Etiopía. No fue difícil. Los primeros reclutas para el Kush tuvieron que pelear y abrir su camino a Etiopía, pero nosotros fuimos directo, tardamos 27 días –una caminata muy rápida. Fuimos hasta Bilfam, en donde se habían establecido los primeros cuarteles generales del Movimiento. Nos registramos, y se nos permitió descansar un poco –dos días. Ahí no se nos dieron más resúmenes o explicaciones. Luego nos trasladamos al campo de refugiados en Itang. Ahí fue donde nos quedamos por un tiempo. También nos registramos como refugiados, y ahí nos quedamos un rato, hablando con la gente, hasta que se nos llevó a Bonga. Ese era el [campo de entrenamiento] militar.
Para nosotros, cuando llegamos ahí, había en mente una misión para Darfur. Había un acuerdo de abrir bases en Chad, y otro entre Mangistu y Habri para proporcionar dos aviones que recogieran gente en esas bases. Los planes ya estaban listos, y como te dije contábamos con algunos compañeros de Darfur. Fuimos juntos, pero se nos tuvo que dar un entrenamiento especial antes. Sólo éramos once.

El entrenamiento en Etiopía era muy duro; en “Las Políticas de Liberación en Sudán del Sur”, Peter Nyaba mencionó cómo miles de reclutas Nuba morían diariamente por falta de alimento…

El problema no era la comida. Deseaban que el entrenamiento fuera muy duro porque sabían que la situación en Sudán no iba a ser menos grave –era parte del entrenamiento.  El único problema fue: no deberían de haber permitido la pérdida de vidas durante el entrenamiento para hacerlas buenos soldados. Recibes a un 100% y pierdes un 20%, por ejemplo. Y entonces…

¿Esa cifra es sólo un ejemplo o es cercana a la real?

Es sólo un ejemplo, pero es real que perdimos mucha gente. Como los Nuba: cuando perdieron muchos [de los reclutas], la gente no podía creer por qué…Algunos no fueron requeridos para la dureza del entrenamiento. Varios  eran personas mayores, ancianos. A los jóvenes les era más fácil mantenerse, pero los mayores no podían. El ambiente ahí también era diferente. La gente solía quedarse aquí, en realidad no se movía de su lugar, y de pronto debía dejar lo suyo de manera abrupta para permanecer allá… Algunos se frustraban –había numerosos problemas combinados detrás de [la pérdida de vidas]. Pero en definitiva esto no era algo que no se diera…

¿Inevitable?

No, no; quiero decir esto: existía un problema previo en Etiopía. Para nosotros era como un Segundo Sudán: sencillamente podías llegar ahí con tus armas y nadie preguntaría, al igual que en nuestro país. Pero al pueblo no le gustaba el gobierno de Mengistu11. Se estaba dando una lucha violenta: entre las guerrillas eritreanas12 y el gobierno etíope. Así que se sospechaba de las fuerzas locales, incluso de las propias. No podías saber si quienes entrenaban [a los reclutas del SPLA] estaban en realidad comprometidos con la revolución que para entonces se estaba dando en Etiopía. Nuestros líderes ponían de su parte lo mejor que podían por conseguir gente comprometida; gente con orientación socialista-comunista. Pero llegamos a pensar que quizá algunos no estaban comprometidos como se suponía; se infiltraban a propósito.

Como fuera, los oficiales de alto rango no estaban muy contentos con aquello. Tenían una lista con los nombres de quienes ingresaban para entrenamiento, y cuando llegaban a los centros de entrenamiento  se encontraban con que sólo existía una última lista con los nombres de los graduados. A veces, la tiraban al suelo y decían a los oficiales de entrenamiento: “Necesitamos la lista que nos dieron cuando este grupo llegó; ¿dónde están esas personas?”

Habían muerto

La diferencia entre una y otra lista era enorme. Y la causa no era el alimento. Podías encontrar frijoles y arroz y muchas otras cosas. Pero sabes, algunas de estas cosas no se les daban a los soldados adrede, sólo para fortalecer su… Por ejemplo, la sal. No querían darte sal, y los frijoles no sabían bien sin ella –en eso consistían las privaciones a pasar durante el entrenamiento militar.

A mí no me tocó ese entrenamiento. Era para todos los soldados, pero llegamos cuando los reclutas ya se estaban graduando. Recibimos instrucciones de Edward Lino, quien pertenecía a los cuarteles generales del Comandante en Jefe, y posteriormente nos fueron dadas directamente por el propio Dr. John. Aquí sí se nos dio la misma explicación que ya nos habían dado Yousif y otros, acerca de la visión del Movimiento. Pero sí fue especial para la gente de Darfur que nos acompañaba, y se integraba por primera vez al Movimiento. Así que nos dio la explicación, y habló por mucho tiempo. ¡Este hombre hablaba mucho!
Después de la plática se celebró la graduación de los reclutas de la División Intisar; había unos diez u once mil graduados. Dr. John nos llamó y los saludamos. Desde aquí hasta esa montaña había soldados sentados, listos para desplazarse a Sudán. Cuando veías a esas once mil personas ahí podías asegurar que Sudán sería liberado el mismo día en que entraran en él. Y aquello era nada: ya se había graduado cuatro o cinco veces ese número, y esa fuerza ya estaba [en Sudán]. El mensaje que Dr. John quería transmitir era que la gente iba a seguir acercándose: miren, estas personas son de Darfur y también se van a unir.  Ése fue su mensaje.

Nos entrenamos entonces, como te dije, tuvimos un entrenamiento especial, uno para comandos. Escalamos montañas, cruzamos ríos; aprendimos a sobrevivir bajo las condiciones más adversas, y todo acerca de comunicación, de camuflaje y demás. Se nos trató muy bien, con excelente comida: se cocinaba para nosotros. Formábamos un grupo pequeño y querían que tuviéramos un entrenamiento rápido ya que se supone participaríamos dentro de poco en una misión. De todas maneras nos llevo alrededor de un año. Debieron de haber sido seis o siete meses, pero la misión se retrasó y tuvimos que esperar.

Sobra decir que nos aclararon que la misión a Darfur se había atrasado, sólo se nos dijo:   “Oigan! Ustedes están en una misión, se les darán instrucciones”.  También se nos tenía que comisionar, pero el Dr. John no se encontraba ahí entonces. Era inicios de 1991, enero. Habíamos terminado el entrenamiento y sólo esperábamos la comisión. Coincidió con que llegaron algunas personas de Chad; habían conocido a Mengistu en Etiopía, y hablado con Dr. John en Sudán. Iban hacia Gambela, no muy lejos de Bonga, y comprendimos que para entonces ya estaba proyectada la misión..

Se nos dijo que estuviéramos listos, y nos desplazamos de Bonga a Gambela, donde nos vinculamos con la gente que venía de Sudán. También comprendimos que habían llamado a Abdelaziz para que se integrara desde las montañas Nuba. Nos movilizamos con dos camiones llenos de equipo y armas. Fuimos hasta Jima y luego bajamos hasta Kapoeta, zonas de los alrededores de Ecuatoria Este. Cerca de Kapoeta recogimos a Abdelaziz; desde ahí avanzamos juntos. Aún debíamos recibir las instrucciones de Dr. John, en Torit. Una vez que se te había comisionado como oficial, otra vez debías de entrevistarte personalmente con Dr. John.

¿Te habrá entrevistado con sumo cuidado?

Sí. Hacían gran número de preguntas; observaban tus capacidades; hasta te hacían exámenes de resistencia física… Después de que se nos comisionara, tuvimos que desplazarnos hacia Ecuatoria Oeste. Ahí estaban ya once compañías; cada una era conformada por unos ciento cincuenta hombres. Todavía se estaba llamando a otros más, de distintas fuerzas, en especial a los oficiales sin comisión, como los cabos y sargentos.  Se contaba con quienes habían sido entrenados de manera especial para la misión, pero iban a necesitar quien se hiciera cargo de los soldados, personas que supieran cómo pelear.  

La última vez que se nos dieron instrucciones fue cerca de Tambura, a dos horas en carro de la villa. Ahí es donde se localizaba la fuerza en espera de la luz verde para avanzar. Se dio el caso de contra con una fuerza enorme de tres divisiones; tres mil hombres del ejército sudanés que iban a liberar a Ecuatoria Oeste. Teníamos once batallones, y había importantes contingentes de los comandos del  SPLA, herencia de los antiguos miembros de la campaña Bright Star [Estrella Luminosa]. Eran lo mejor de las fuerzas de combate del SPLM, y se les envió a enfrentar al convoy gubernamental que se estaba acercando.

En consecuencia, la misión tuvo que relegarse. Habíamos llegado a la zona por mayo, y se suponía que debíamos de habernos movilizado de inmediato, con el inicio de las lluvias, pero esa ofensiva gubernamental atrasó la misión. Se combatió por tres meses, a una distancia [de donde nos encontrábamos estacionados] de quizá dos o tres horas en camión. Aquella fuerza había salido de Wau, quería llegar a Ecuatoria Oeste, y su fuerza principal se encontraba en un lugar por nombre Bau. La lucha llevó de mayo a septiembre, y las tropas que se suponía debían encaminarse [a Darfur] tuvieron que permanecer como fuerzas de reserva, por si acaso el convoy conseguía abrirse paso. Las fuerzas del SPLM no eran muy numerosas, cerca de dos mil hombres, y no todos ellos combatían. Pero había tropas especiales, listas para realizar emboscadas y estrategias similares. A mí no me tocó pelear; ahí estaba Abdelaziz, él comandaba a las tropas de reserve y a mí me correspondió permanecer atrás en los cuarteles generales, al lado del segundo al mando, Dowd Walladi. Más tarde, durante esa lucha, el Gobierno de Sudán lo tomó prisionero y lo mató.

Tras aquello, la duda estaba en si debíamos continuar con el plan o no. Hubiéramos querido estar en Darfur antes del fin de la temporada de lluvias; ese había sido el plan, y ahora la misión estaba atrasada. Mas no era aquello lo único que había cambiado. Había muchas cosas alrededor de la situación que ya no eran iguales. En mayo, Mengistu había huido. Se había roto la línea de batalla, la gente rodeaba Addis Abeba y en muy poco tiempo Mengistu abandonó el país. Poco antes también había sido depuesto Hussein Habri. Idris Débi atacó desde Darfuf; se las arregló para llegar hasta la capital, N'Djamena, y  Habri huyó. Así, todo el plan se había arruinado. La coordinación se había dio;: las bases en Chad, de las que habíamos estado hablando,…

Para el SPLA los eventos de 1991 tuvieron efectos muy negativos: de pronto todas las bases en Etiopía se cerraron…

No sólo eso: en 1991 se dio el golpe de Riek Machar13 y otros. Lo que había era una situación muy confusa. La cuestión Nuba era ahora una historia muy distinta. Ir al sur se volvió algo muy difícil –estaba cerrado.

¿No había gente en las montañas Nuba deseosa de unirse a Riek Machar?

Había voces entre los líderes que se alzaban a favor de esa unión –como por ejemplo la de Yunis Abd Sadder, la de Ouwad al Karim y algunas otras. Más adelante fue otro el problema. Cuando se anunció aquel golpe, ya existía cierta división entre los líderes en las montañas Nuba, pero las personalidades más importantes ahí eran  Yunis, Ouwad y ciertos oficiales. No sé qué buscaban, pero Yousif pudo darse cuenta de que algo estaba sucediendo. Más tarde, cuando averiguó de qué se trataba, esos líderes fueron arrestados. Como el SPLM es un Movimiento, se les tuvo que enviar al sur, ante la Corte Marcial Superior.  
Ya sabes: si algo anda mal en el Movimiento, lo común es que no se actúe en consecuencia. La corte, por ejemplo: los juicios no se realizan de inmediato. Lo que hacen: mantiene  a la gente en prisión, en espera de que cambien de idea. Sólo los dejan ahí y después de un tiempo les preguntan si aún no creen que lo que hicieron estaba mal. Pero lo común es que no actúen inmediatamente –como para ejecutar personas: no suelen hacer esto, a menos que surja un golpe. Mas aún así, los líderes no acostumbran matar a los miembros del Movimiento, ya que esto puede dividirlo de nuevo. En muy contados casos llegaron a formar un pelotón de fusilamiento. Claro está: para soldados, no para oficiales comisionados, y como castigo ejemplar.

Ahora, en cuanto a nuestra misión… ¿estaba aún vigente o no? La situación era muy confusa, y algunas personas pensaron que quizá no era el mejor momento para realizarla. El golpe, la división interna; la situación era muy seria.  Finalmente decidieron que debíamos ir. Es una historia muy larga, pero concluiré lo fundamental:  

Se nos dieron instrucciones; algunos dijeron que Darfur se encontraba en un área aislada, una zona nueva  [para el SPLM]. No teníamos seguridad sobre cosa alguna que pasara ahí. En cuanto a cualquier movilización, [los habitantes de Darfur] no estaban al tanto de la visión del SPLM y existían grandes diferencias: la mayoría era musulmana, y no formaba parte del sur. Sí, había otras áreas similares –Nuba y Nilo Azul– que se habían integrado al Movimiento, pero aquello no era lo mismo. [La gente en Darfur] no creía que la población negra fuera algún día a dominar el país; ni siquiera se consideraba a sí misma como africana. Pero Dr. John estaba convencido. Dijo: "En Darfur hay cierta situación, y ésta explotará tarde o temprano. Así que es mejor que sea antes y no después”. Por supuesto, no fue un éxito.

A fin de cuentas sí explotó, y es una situación horrible. ¿Cómo puede compararse la situación actual en Darfur con la guerra en las montañas Nuba?

Bueno, no es muy distinta a la que se dio en las montañas Nuba. Sucede sólo que en Darfur las cosas habían sido planeadas durante mucho tiempo. Estaban preparados: las milicias, el janjawid14. Pero se trata de lo mismo: la Fuerza de Defensa Pública (PDF, siglas en inglés) y todo eso; es lo mismo. La diferencia está en que en las montañas Nuba el SPLA fue lo suficientemente fuerte como para sacar al ejército gubernamental y a la PDF fuera de los límites de las montañas.

¿Los habitantes de Darfur tienen que lidiar con un medio sin montañas?

No, Darfur es todo montañas –no lo creerías: completamente montañoso.

Pensé que era planicie… ¿así que la rebelión pudo haber funcionado también ahí?   

De hecho está funcionando, pero hay divisiones entre los grupos involucrados; ese es el único problema.
[En 1991] no funcionó. Tuvimos que abandonarla en septiembre y regresar en abril. Seis, siete meses … y todo lo hacíamos caminando. Sudán, Chad, la República Centroafricana … Como fuera: regresé. Retornamos a las mismas bases de donde habíamos partido; los restos de la fuerza debían ser organizados y colocados bajo el mando de un comandante diferente. Permanecimos un tiempo para defender la region; fue en 1992,1993, 1994.

Algunas de las cosas que yo hacía: comandaba una de las áreas liberadas en la frontera con Zaire; tenía que dirigir algunas fuerzas en el condado de Tambura. A veces era el encargado de la logística en el condado, a veces un Administrador Civil Militar (CMA, siglas en inglés). Oficial de Finanzas otras, y todo eso. Después se me convocó para regresar a las montañas Nuba como comisionado, tras la Convención de 1994 en Chukudum.  .

Chukudum era un punto clave para el Movimiento. La gente de las montañas Nuba caminaron hacia el sur todo el camino para asistir a la convención. Fue un punto decisivo para la estructuración del Movimiento. Hasta entonces había sido de inicio 100% militarizado; en el momento de la convección  se dio la integración de esta estructura con la civil, se unieron. La administración civil en una zona liberada sería dirigida por un militar, pero éste trabajaría en coordinación con los civiles. Ya no sería del 100% –para  eso existían los CMA's. Algunos veteranos del SPLA también comenzaron a retirarse, y se les aprovechó como administradores.  

Mira, Dr. era un filósofo. De vez en vez se tomaba las cosas…El Movimiento tiene sus etapas. No puede estancarse; debe cambiar según la situación, con la experiencia que para é se gana a medida que se avanza. Nunca debería frenar. 

¿Parar implica un retroceso?

Sí. El estaba convencido de que debería darse una movilización continua; sucediera lo que sucediera, los cambios debían ser un descarga energética que impulsara el avance del Movimiento, y nunca su retroceso. Esa era su idea. En cierto momento esta ideología fue estrictamente comunista, pero cuando adquirió una orientación más socialista Dr. John chocó con los oficiales a favor del desarrollo comunista, quienes fueron encarcelados. De hecho estaba en contra de los comunistas dogmáticos.

¿No le agradaba cómo habían sido gobernados los países como Rusia?

Exacto, más bien se inclinaba hacia el socialismo africano.

¿En la línea de Nyerere15?

Sí. Por supuesto, tuvimos una extensa orientación socialista en la escuela política de Bonga. Era mucho mejor [que ahora].

¿Nunca fuiste a Cuba, como lo hizo Yousif?

Cuba era para los oficiales de lato rango, el Alto Mando de entonces –como Yousif, como Lam Akol y otros.
Así, en 1994, tras la Convención de Chukudum, dividieron las alas militar y civil del Movimiento integral. Yousif había hecho lo mismos desde 1992, en las montañas  Nuba, después de la  incisión que se dio en el Movimiento en 1991.  Cuando aquellos oficiales  [Yunis Abu Sudur y Auwad Karim Kuku, NotE] intentaron desafiar al Movimiento en las montañas Nuba hizo un llamado para algo similar a una convención, así me parece al menos. Al terminar el día, una vez que todas las personas se habían congregado, se acordó que aquello sería un Consejo Consultivo –como un Parlamento.

La incisión y el aislamiento  eran asuntos surgidos de repente, inesperados, y se necesitaba el consenso popular. Por ello hizo  Yousif ese llamado a consejo –que se mantuvo como un evento anual.. En el Consejo se fueron discutiendo todos los demás asuntos de la guerra, los servicios, la estructura administrativa en las áreas liberadas de las montañas Nuba.

Yousif separó la administración civil de la militar, y esto se repitió en la Convención Nacional del Movimiento. Por eso él presidía la Convención; por supuesto, no iba a decir que el Movimiento se había aprovechado de su modelo, pero en realidad fue bastante exitoso. Dr. John estaba muy impresionado. Nunca visitó las montañas Nuba, hasta la Conferencia de Toda Nuba en 2002, tras la firma del cese al fuego. Estaba impresionado porque, aunque él no hubiera estado ahí, el pueblo Nuba continuara creyendo en el Movimiento y su visión como un éxito. Fue un ejemplo para todos.  

Después de la Convención [los líderes del Movimiento] acordaron separar los servicios militares y civiles. De hecho crearon una nueva función, la Autoridad Civil del Nuevo Sudán (CANS, siglas en inglés), y luego nombraron a los comisionados, gobernadores, consejos de liberación a todos los niveles, congresos. Esa fue la estructura. (Había cinco regiones, estaban subdivididas en condados; payams y bomas, NotE)

Pero Yousif Kuwa aún era tanto Gobernador de Kordofán del Sur como comandante…

De hecho los gobernadores de las regiones eran sirvientes civiles que mantenían su posición militar. Un gobernador aún  contaba con su grado de comandante, pero debía tener un comandante del frente junto a él, quien se hacía cargo de lo militar. [Con ese propósito] lo militar se dividía en seis frentes, cada uno bajo un comandante del frente a cargo de las fuerzas. En las montañas Nuba era Ismael [Khamis Jelab].
Para ese momento, y considerando que nos  habíamos ido a la otra zona en 1991, Abdelaziz no regresó [a las montañas Nuba]. El ataque falló; no lo logramos, y desde 1992 Abdelaziz fue una especie de elemento logístico para el Movimiento. Y cuando surgió la idea de la Brigada del Nuevo Sudán, le correspondió comandar las fuerzas del Frente Este.

Después de la Convención tuvieron que organizar la administración civil, y la idea de Yousif implicaba que las personas educadas fueran liberadas de la obligación de luchar para que pudieran manejar las áreas liberadas; para ser administradores y lo que hiciera falta. Era el gobernador [de Kordofán del Sur] y nombraba a los comisionados de los condados. La administración no funcionó realmente, porque la batalla aún continuaba –ya sabes, no había infraestructura, no había oficinas: nada había. Simplemente era imposible trabajar.

Así, en 1994 llegué a las montañas Nuba como comisionado, era casi enero. Mas en realidad no había mucho que hacer. Sólo se nos llamaba a los cuarteles generales de vez en cuando par alas reuniones con los oficiales. En los inicios no funcionó muy bien que digamos. Se suponía que yo debía ir al condado Lagowa; la idea principal consistía en convencer a la gente de que el administrador no tenía que ser necesariamente de la región, y que no debía importar si era cristiano o musulmán: no debía ser un problema. Esa era la idea principal del comandante Yousif en ese entonces.

Tú eres cristiano, y Lagowa es musulmán…

 Digamos que el condado es  100% musulmán.

¿No funcionó?

No; no llegué a ir. Era demasiado complicado. De hecho, la mayoría de los comisionados nunca fueron [a sus zonas]. Como Suleimán Adam Bakheit: se encontraba entonces en El Cairo, pero también se le nombró comisionado. No llegó. La primera vez que fue a las montañas Nuba fue en 1997; era un comisionado en el exilio. Yousif se dio cuenta de que estos asuntos no estaban funcionando muy bien; pensó que [después de todo] quizás se necesitaría a gente del lugar, típicos civiles capaces de lidiar con los pequeños problemas.
Para entonces, entre 1994 y 1995, yo dirigía el comité de la NRRDS (Nuba Relief, Rehabilitation and Development Society, Sociedad para la Ayuda, Rehabilitación y Desarrollo Nuba, NotE), la cual había sido creada por el Consejo Consultivo en Debbi, a inicios de 1995. El Consejo había formado un comité técnico, que eligió a los miembros de la organización, la junta directiva. Fui director por un año, luego lo Mohamed Haroun Kafi, quien se había unido al Movimiento recientemente. Mary James (la esposa de Daniel Kodi, NotE) formaba parte del equipo de la NRDDS en Nairobi –al igual que Mohamed Haroun; Ouwad Fatum; su esposa; la esposa de Mohamed Haroun; Rifat Rahmatallah, quien murió hace algún tiempo, y Mojo, quien se encuentra ahora en Australia.

La NRRDS formaba parte de la Red para la Ayuda a África Este (NEAR, siglas en inglés), un consorcio de organizaciones internacionales. Ayuda del Pueblo Noruego (NPA, siglas en inglés); Consejo de Iglesias del Nuevo Sudán New (NSCC, siglas en inglés); Ayuda Cristiana, Derechos Africanos –los de Alex de Waal y Yohanis; Agencia para el Desarrollo de la Comunidad de Nasir y otras. NRRDS era una organización nativa dentro de este consorcio, y yo era su presidente. Sobre todo estábamos involucrados con el llevar gente de fuera a las montañas Nuba. El primer avión llegó en 1994, el de  Hugo [D'aybaury]: la primera persona en llegar a la zona de Brham. Aterrizó y…

¿No fue él el cineasta que exigió que nadie más pudiera venir a las montañas Nuba a filmar, para así poder hacer mucho dinero con su filmación exclusiva?

Sí, esa fue la historia. De hecho no sabemos qué sucedió con esa película…

Se puede comprar. Se llama "El Derecho a ser Nuba" y puede ordenarse a través de Internet.

Jamás nos envió algo de vuelta, pero sería importante tenerla, fue la primera documentación que se realizó. Mohamed Haroun lo ayudó a venir. Yo iba camino a las montañas entonces; vine caminando desde el sur. Comenzamos en Tabari: estábamos abriendo pistas de aterrizaje y demás, e iniciábamos pláticas con quien estuviera dispuesto a venir. Ya sabes, era entonces una operación clandestina; sólo contábamos con un avión muy pequeño de 700 kilogramos. [Apenas era suficiente] para transportar al personal para la contribución a la NEAR, antes de que pudieran realizar su programa.

Recibieron la fundación e implementación por un año: 1995 a 1996. Aunque se encontraba en sus primeras etapas, el  NSCC también vino. Hablamos con ellos, trajeron algunos medicamentos. Como ayuda distribuían medicinas. Claro todos las necesitaban… estuvieran o no enfermos. Todos lo estaban; años sin tratamientos. Así que sin importar las pastillas que distribuyeran, todos las tomaban. Ja, ja, ja….Como fuera, más tarde todo esto se organizó, porque Médico sin Fronteras (MSF)-Holanda era también miembro de la red. Fue una operación muy clandestina; no debían decir que se encontraban aquí.

En el Internet encontré un documento que mostraba cómo MSF estaba recibiendo dinero del gobierno holandés para operar en la montañas Nuba.

Sí, es verdad. Cuando estuve en el Ministerio de Asuntos Exteriores supe que MSF estaba obteniendo dinero del gobierno de Holanda. MSF-Bélgica y MSF-Holanda estaban trabajando juntos en una oficina, pero MSF-Holanda operaba aquí, en las montañas Nuba.  Obtenían dinero del gobierno; por supuesto, Novib (una ONG holandesa, a la que también se conoce como Oxfam Netherlands, NotE) se encontraba detrás de todo esto.

Era una situación de emergencia. La salud de la gente era terrible. Mucha no tenía ropa. No había sal; nada había; nada había, nada había. Estábamos desesperados por conseguir cualquier cosa. Y al mismo tiempo, pese a necesitar cualquier cosa no deseábamos ser humillados, y no queríamos que se nos utilizara.  Pero el consorcio aprovechó la situación, y no realizó las cosas como nosotros queríamos. De hecho, el punto alrededor del cual se dio el desacuerdo fue que el coordinador de la red quería usar este avión de 700 kilogramos para todo, cuando contaba con mucho dinero, millones. El programa contaba con un presupuesto enorme; incluía dinero para agricultura, educación, medios de comunicación, derechos humanos y todo eso.

¿Quién garantizaba el fondo? ¿Hablaste personalmente con los gobernadores, o todo fue a través de la NEAR?

No, aquéllas eran organizaciones muy fuertes. La NPA era en ese tiempo una organización anti-OLS (Operation Lifeline Sudan, Operación Supervivencia en el Sudán16), y estaban convencidos de que debían actuar en las regiones donde la ONU no estuviera presente. Esto fue parte de sus objetivos. Pero el consorcio también plateaba lo siguiente: ¿por qué debía operar la ONU sólo en Sudán del sur, en lugar de también hacerlo en Sudán del norte –aún cuando hubiera aquí una guerra, como la de las montañas Nuba? Incluso en la zona de Nilo Azul: fue hasta hace poco que las Naciones Unidas se hicieron presentes ahí. El argumento era: ¿dónde está la diferencia?

Si la ayuda humanitaria [a la población civil en una zona de guerra] es un derecho humano, la gente en las montañas Nuba tenía derecho, en consecuencia, a la ayuda de las Naciones Unidas –más allá de la existencia o no de un convenio [con el Gobierno de Sudán]. Por supuesto, debe existir  un acuerdo para garantizar la seguridad de la operación, pero si el gobierno se niega a realizarla en favor del pueblo Nuba está realizando un acto en contra de la Declaración de los Derechos Humanos. Hay gente en zona y situación de guerra  a la que le ha sido negado el derecho a ese servicio humanitario.  

Por años, esto ha sido un problema con las Naciones Unidas. Esta organización internacional requiere de legalidad para trabajar en un lugar, pero la gente es esa situación ya tiene el derecho legal para la obtención de ese servicio. Y ese fue el mandato legal bajo el cual [los miembros de la NEAR] operaron en las montañas Nuba. También contamos con el refuerzo de la NSCC, el de las iglesias; y el que nos proporcionaron los documentos donde se confirmaron las violaciones a los derechos humanos: en especial tuvieron un fuerte impacto “La Guerra Secreta”, el documental de Julie Flint, y “Encarando el Genocidio”, de Derechos Africanos.

¿Todo esto logró que se otorgará ese fondo de ayuda tan generoso?

Sí. Fue parte de la campaña que realizamos en nuestra defensa. Pero, por supuesto, también tuvimos…
Como sea, lo que sucedió a finales de 1996 fue algo muy sencillo. Aquel pequeño avión estaba transportando ropas usadas y [la gente que las recibía] se dio cuenta de que algunas eran ropa interior con, en apariencia, manchas de sangre. Ni siquiera había sido lavada. Esto molestó a muchas personas y generó muchas protestas. El problema llegó a oídos de Yousif Kuwa, quien dijo: “Sí, estamos necesitados, pero queremos que los envíos se hagan con dignidad, y quien nos esté apoyando debe respetar nuestra dignidad. A nadie podemos dar estas cosas; no serán aceptadas, incluso si las personas están desnudas”.Así fue como ese asunto hizo reventar todo el consorcio. Ja, ja, ja….

Había una reunión en Nairobi. Yo no fui, pero Yousif estuvo ahí y dijo:  “Muchas gracias por todo. Apreciamos mucho lo que han hecho, pero no nos gustaría cerrar nuestros ojos ante estos envíos. Haremos un cambio, ahora deberán entregar las cosas a una nueva organización: Organización para la Ayuda, la Rehabilitación y el Desarrollo Nuba (NRRDO)”.

Lo bueno fue que, aunque ya no existía el consorcio, sus antiguos miembros se volvieron socios de la NRRDO. Quien había estado mezclando cosas había sido sólo el coordinador, Mell Middleton. Había querido enriquecerse, y no había hecho las cosas de manera transparente. Era muy cercano a alguien en MSF-Holanda, un directivo que tiempo después tuvo aquel pequeño avión. Quería usarlo para todo, y canalizar todo ese dinero de vuelta a sus manos. Pero a nosotros no nos gusto esa idea. Le dijimos: “Sabemos que el asunto de la seguridad es un problema, pero podemos darle la vuelta: podemos obtener un avión más grande, de por lo menos  2.5 toneladas en lugar de esos 700 kilogramos.”. No funcionó porque sólo 700 kilos de ayuda hacen nada.

La gente en las montañas Nuba debe de haberse preguntado: “NRRDS recibe mucho dinero del consorcio, ¿por qué nosotros no recibimos ayuda alguna?”

Sí. Sólo 700 Kilos: esa fue la razón primordial. Así, se pasó de la NRRDS a la NRRDO, y Yousif pensó que yo debería ir a  Nairobi como Nuevo director, a manejar la operación desde ahí, ya que no era fácil. Tuve que abrir una oficina –no había una, ni sistema. Los directores previos llevaban un tiempo sin aparecer. Mohamed Haroun fue director en 1994: durante el establecimiento de la organización, había estado escribiendo la normatividad. Pero había tenido problemas: se les había dado dinero, y no lo habían reportado, entre otras cosas.

En 1995, a Haroun le siguió Yunis, pero fue lo mismo. Tomó dinero de la NCA y no rindió cuentas. Solía quedarse con el dinero –No sé… los recibos nunca coincidían. Ismael Khamis estaba encabezando un comité de investigación, y por supuesto descubrieron que el dinero no estaba y que los recibos no eran correctos. Y entonces Yunis huyó y se unió al Gobierno. Ambos lo hicieron. .

¿Fue por que abusaron al estar en la NRRDO que Mohamed y Yunis se unieron al Gobierno?

Sí. Mohamed Haroun era uno de los líderes. Tenía problemas políticos con el comandante Yousif porque deseaba el liderazgo, quería mejor posición, pero de todas maneras no tenía manera de conseguir ese objetivo. En realidad no es una persona capaz de estar en el campo de batalla, capaz de mandar a las fuerzas. Es alguien que gusta de sí mismo, que prefiere estar en una ciudad –no era la persona correcta para cosa alguna, Ja, ja, ja. El liderazgo demanda ciertas cualidades, y él no las tiene. Para ser líder debes ser un hombre del pueblo; cuando no estás con tu pueblo… La conclusión es sencilla. Al mismo tiempo, el dinero lo atraía: pero en una Guerra de guerrillas no hay dinero.

Quería todo aquello, pero carecía de las cualidades necesarias. Esa era la diferencia [con Yousif], y Mohamed continuo trabajando en su contra hasta que, finalmente, decidió unirse al Gobierno. Fundó la sección Nuba.. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?... La sección Nuba del SPLA –como se vea, todo esto es basura.
Luego Yunis: lo mismo. Echó a perder la organización. Sencillamente no fue capaz de rendir cuentas por el dinero, hasta que los donadores presionaron para que no continuara desorganizando las finanzas, ya que necesitábamos el dinero para la gente en las montañas Nuba. Sólo le quedo esa unión: no había otro lugar a donde ir. Dijimos: “Comprendemos la situación, pero no hay excusa para esta desorganización. Si quieres mantener este trabajo debes hacer las cosas de la manera correcta”. Se le presentaron alternativas; la lucha estaba ahí, pero prefirió unirse al Gobierno.

Cuando aterricé por primera vez en la montañas Nuba, en 1997, quedé impactado por la miseria.

Sí, el problema era real. La gente iba desnuda, las comodidades básicas no existían. Lo positivo era cómo se apoyaban las comunidades entre ellas. Podían llevar ayuda de uno a otro lado por su cuenta. La situación era muy mala, pero nos las arreglábamos para hacerla más llevadera, por mantener las cosas de la mejor manera posible hasta la firma del cese al fuego.

La gente siempre decía que la NRRDO no hacía suficiente.

Eso fue ahí. Querían que todo llegara al mismo tiempo. Pero éramos una sola organización, operando en una región tan aislada como ésta, a la cual sólo se puede llegar por aire –los costos de transportación [eran enormes]. Al mismo tiempo nuestro equipo no estaba preparado para llevar adelante los registros y sistemas. No había oficinas, y estábamos operando desde otro país. Aquellos eran los retos y no era fácil que las cosas salieran 100% bien. Claro que escuché las críticas, pero sé que las personas no valoran las cosas en su justa medida.

Para Nosotros el verdadero éxito fue defender a las montañas Nuba, abogar por la solución de los problemas en esa zona y, al menos, mantenerla en contacto con el mundo exterior hasta la firma del Tratado de Paz. Esto fue en realidad nuestro éxito. Si llegara…No podíamos atender a ese medio millón de personas, que todas las soluciones a sus necesidades fueran transportadas por aire; era simplemente imposible.

Siempre me pregunté acerca del número real de personas en el área de las montañas Nuba bajo control del SPLM.

Varió a lo largo de la guerra, según como ésta fuera: el SPLA podía liberar ciertas zonas, pero luego podía volverlas a perder. Fluctuó entre las doscientas mil y el medio millón. Incluso se puede decir que en algún momento descendió hasta las cien mil. Posteriormente aumentó hasta las ochocientas mil, cuando la gente comenzó a regresar.

En 2000, tras la pérdida de amplias zonas en favor del Gobierno, tuve la impresión  de que si la Guerra hubiera durado uno o dos años más hubiera terminado con el SPLM en las montañas Nuba. Había tanta frustración.

El Movimiento no se hubiera acabado, eso es seguro. La frustración existía sobre todo por lo prolongado de la guerra. Pero no sólo por eso: lo que deprimió a la gente en las montañas Nuba  fue que el apoyo militar en el Movimiento no era comparable al que se daba a otras áreas. Recibían mucho más equipo y demás.  Como, por ejemplo, Nilo Azul: en 1987, y por primera vez, fueron enviados varios tanques para liberar esa zona. Y más tarde, por segunda vez en esta historia, cuando se abrió la brecha hacia el sur. En las montañas Nuba jamás vimos un tanque.

La artillería más pesada que llegamos a tener fue un par de BM17 –y llegaron muy tarde. Así, teníamos el problema del apoyo. La frustración también la causó el largo tiempo en guerra. La gente aquí necesitaba ayuda.  En 2000 la situación empeoró, y los comandantes no estuvieron a cargo como deberían. Eso fue cuando Yousif estaba a punto de morir (Tenía cáncer, y para ese momento la enfermedad ya no tenía remedio, NotE). Estaba enfermo y ya no estaba cerca para realizar la movilización. En 2000 se apareció con ese senador, Bill Frist; de hecho llegamos juntos. Yousif apenas podía moverse; no podía soportar los rebotes del avión.

Claro que cuando  Abdelaziz vino la gente tuvo nuevas esperanzas en que las cosas mejoraran. Así sucedió. Hubo más apoyo, con él regresó la seguridad y, luego, llegó el momento del cese al fuego.

Permaneciste como director de NRRDO: ¿hubo muchos cambios a través de los años?

Sólo las responsabilidades a realizar. La fundación no cambió tanto. Más allá de algunas complicaciones, como era de esperarse, con socios, con donadores, desde 1996 nunca tuvimos menos de un millón de dólares para el pueblo Nuba. Jamás perdimos un socio, nunca se extravió dinero. En los inicios, cuando éramos foco de ayuda y contábamos con las intensas entregas, el presupuesto llegó hasta los tres millones de dólares. Siempre hubo grandes cantidades, y nunca inferiores al millón.  

Sobra decir que estábamos preocupados con la capacidad de llevar a cabo la operación. Ésta no se estaba desarrollando 100% como queríamos. Claro, era comprensible que no pudiéramos funcionar como lo hacían las grandes organizaciones internacionales. Ellas se podían centrar en una cosa, pero nosotros teníamos numerosos problemas por atender: la NRRDO era la única organización para la región. Estábamos manteniendo la administración, estábamos manteniendo al ejército, estábamos manteniendo gran cantidad de… estábamos siendo jaloneados desde diferentes direcciones.

Los papeles cambiaron: cuando empezamos, nos registramos como una organización local; no éramos un ala humanitaria del Movimiento. Llevábamos adelante dos tareas: implementábamos la operación, pero también teníamos autorización de la Agencia para la Ayuda de Sudán del Sur (SSRA, siglas en inglés) para coordinar las operaciones. De esta manera, las organizaciones [con las cuales trabajábamos] estaban muy confundidas: éramos una ONG que actuaba como parte de un gobierno, coordinando como la SSRA. No nos cansábamos de decirles: sólo es por la situación.

Más tarde le comenté al comandante Yousif que la situación era demasiado confusa y preferíamos trabajar sólo como ONG, como institución caritativa –aunque dentro tuviéramos a muchos soldados participantes en el Movimiento.

Tuvimos un encuentro en 1999: trajimos a todos los administradores, e hice esta presentación: “Miren: se supone que una ONG debe hacer esto, mientras que un ala de ayuda humanitaria perteneciente al Movimiento debe realizar esto y esto y esto”.  Y Yousif les dijo: "Ustedes escogen: ¿quieren que la NRRDO sea la SSRA para las montañas Nuba, o prefieren que sea una ONG local? “. Decidieron que fuera una ONG.

Desde entonces decidió Yousif formar la Oficina del Gobernador, similar a la  SSRA, para hacerse cargo de las coordinaciones que nosotros habíamos realizado: emisión de permisos y demás.

¿Cómo fue tu relación laboral con el comandante Yousif?

Yousif siempre fue muy amistoso; jamás tuvimos un  problema con él. Aunque no estaba directamente involucrado, participaba en las discusiones. Con el tiempo hubo problemas que no discutimos con él, cuando las cosas no salieron como deseábamos. Sobre todo el asunto del dinero –Salih y todo eso (Neroun se refiere a un proyecto de inversión en 2000 que salió muy mal, NotE). Fue muy desafortunado, porque Yousif estaba entonces muy enfermo. La gente abusó de esa situación y se nos aisló de la toma de decisiones. Todo esto echo a perder la organización, podría haber estallado.

Lo que entendí entonces es que Salih recibió el dinero en efectivo, y en lugar de cambiarlo de dólares a libras sudanesas imprimió su propio dinero –y el dinero verdadero se perdió.

Imprimió billetes falsos, en realidad el verdadero dinero no se había perdido.. Aún no sabemos a dónde fue a parar. De acuerdo, sucedió lo siguiente: había un comité  [para el manejo del dinero de esa inyección monetaria], que básicamente había formado Yousif. Algunos miembros eran de la NRRDO, como Ali, Mohamed Omar, Arnu, y además estaban Salih y otros. Yo también, yo puse en circulación los dólares, pero no formaba parte de los mecanismos de cambio y distribución.  

El comité trajo hasta acá, hasta las montañas Nuba, las bolsas con dinero –el equivalente a unos ochenta mil dólares. Ya había distribuido parte, y los civiles descubrieron que era falso, no era dinero real. Cuando nosotros llegamos y abrimos las otras bolsas, el comité dijo sencillamente que no sabía que era falso. Así, abrimos el caso y las investigaciones nos llevaron hasta Salih y el hombre con quien trabajaba: Abdel Rahman El Amin.

Dije al comité que aquello era un problema muy serio, ya que El Amin podía argumentar sencillamente así: “Tú, comité, has recibido el dinero; tú debiste de haber dicho éste no es buen dinero, y entonces yo hubiera asumido la responsabilidad. Pero ustedes, ustedes recibieron el dinero y firmaron en consecuencia.”

En realidad convencimos a El Amin para que aceptara haberlo hecho. Y en cuanto lo hizo, le dije que necesitábamos recuperar el dinero. Salih argumentó haber usado parte para la Oficina del Gobernador  (Salih estaría dirigiendo la coordinación de ayuda para la Oficina del Gobernador, NotE); señaló hasta unos diez mil dólares. Le dijimos: “No hay problema; los donadores aceptarán eso, ya que se hizo uso del dinero y hay recibos, sólo déjalos recuperar la diferencia”.  Acordamos cuánto iba a devolver El Amin, y cuánto  Salih. Realizarían el pago en tres etapas.

La primera cantidad rondaba los cincuenta millones de libras sudanesas. Este individuo los falsificó y nos los entregó. Su condición fue que fuera yo quien se hiciera cargo directamente del manejo del dinero, con el Dr. Ahmed: contaríamos el dinero, lo recibiríamos y firmaría os por ello. Y empezamos a hacerlo. El Dr. Ahmed comenzó a contar, a contra todas las notas, estábamos viéndolas cuando me di cuenta de que había una diferencia entre una y otra nota. Cuando la revisé, y lo hice a fondo, me encontré con que era falsa.
Lo que había hecho: había armado paquetes de cincuenta y había colocado afuera notas reales, y una en medio –el resto era falso. Lo llamé. “¡Abdel Rahman, no puedes engañarnos por segunda vez! Ya lo hiciste la primera, pero ahora te hemos agarrado con las manos llenas de sangre. Ahora mismo vamos a llamar a la policía, y cargarás sobre tu cabeza este dinero falso hasta tu celda”. Al principio intentó negarlo: “¡No, no, este dinero no es falso!”, pero terminó admitiendo todo. De hecho había hecho un trabajo muy inteligente, era verdaderamente bueno; aún guardo una copia. Se veía muy bien, no podías notar la diferencia con el dinero corriente.

Al terminar aquel día habíamos recuperado alrededor de treinta millones de libras sudanesas, que fueron enviadas a las montañas Nuba y distribuidas entre la población. Pero el asunto no acabó ahí: la idea era que Abdel Rahman repusiera una cantidad, y luego Salih otra. Entonces Salih voló a Holanda, y no recibimos el dinero

Salih fue la persona que originalmente me llevó a las montañas Nuba…

Ya sabes, habíamos visitado Holanda con el comandante Yousif en 1997, 1998 y 1999, para convencer a los donadores, y a otros, acerca de [la seriedad] de la situación. Salih fue la primera persona con quien hablamos, y le pedimos que se uniera [al SPLM] y fuera parte de la operación que teníamos en Europa. Y lo hizo, pero luego resultó un egoísta.

¿Qué hay contigo? ¿Cuál fue tu papel en el cese al fuego?

Bueno, claro que fuimos [a Suiza] y negociamos el cese al fuego. En realidad no fue una negociación larga; de hecho, fue muy corta, duró alrededor de unas ocho horas. La situación requería de acciones, y Dr. John ya tenía la idea de una paz comprensiva. Ya había comenzado a pensar en esa dirección, que la Guerra simplemente se había llevado demasiado tiempo. Pensó que debíamos intentar la posibilidad de paz en las montañas Nuba.

Fui uno de los cinco negociadores. Además estaban ahí Abdelaziz, Daniel Kodi y dos sureños. Contábamos con Justin Yaac [Arop]; había sido el director de la oficina del SPLM en Nairobi – y el embajador en Kenia. Y estaba George [Bureng Nyombe]. George es ahora ministro de negocios internacionales o algo así. Éramos cinco en las negociaciones.

Por supuesta: el cese al fuego no fue un tratado de paz, sólo era un dejar de disparar para permitir la ayuda humanitaria, para dejar que las Naciones Unidas operaran en la zona y eso. Y el objetivo se logró. Sucedió además que la comunidad internacional quiso ligar el cese al fuego con un tratado de paz más amplio, global. Y así continuó: en realidad no hubo violaciones importantes durante esa etapa de año y medio o dos. Luego comenzaron las negociaciones para el Acuerdo Compresivo de Paz  (CPA, siglas en inglés).
Las negociaciones se basaron en una Declaración de Principios, que había sido acordada previamente. Habían estado trabajándola en Abuja. Era un conjunto de fundamentos acerca de cómo encaminar el conflicto en Sudán. Más tarde, en  Machakos, acordaron los protocolos principales: los de la solución del conflicto. Y luego, por supuesto, entraron en los “toma y da”, en los detalles del acuerdo: ahí fue donde nos integramos.

Estaba el esqueleto, en el cual Abdelaziz y Daniel Kodi entraban en el proceso de la negociación. Pero cuando se trataba de las dos áreas principales (montañas Nuba y Nilo Azul, NotE), formábamos comités [para los diferentes asuntos a tratar]. Yo estuve en el Comité de Ayuda. En esa negociación no avanzamos; no fuimos muy lejos como consecuencia de una negociación previa, muy al inicio de las negociaciones, en Karen [en Kenya, 2003].

En Karen el Gobierno quería excluirlas [Abyei, montañas Nuba y Nilo Azul] de las negociaciones. En su origen el protocolo se limitaba a la frontera [entre Sudán del Norte y del Sur] de 1956. Querían  resolver los problemas de estas regiones de manera independiente –lo cual fue rechazado. Dr. John dijo: "No, estas áreas están bajo control del SPLM y como el acuerdo debe ser incluyente, de igual forma estas zonas deben contemplarse en las negociaciones”. Así que de ahí partimos, pero no llegamos muy lejos.  

Había desacuerdo alrededor de la principal acusa del problema. Algunos pensaban que se trataba de un asunto de desarrollo o algo así. Constantemente les decíamos: “Esto no es realmente un problema de desarrollo. El tema del desarrollo está por todo el país: incluso falta desarrollo en el norte. Esto se trata de que los asuntos políticos deben estar en la misma línea que los principios: los asuntos de compartir la salud, compartir el poder, los asuntos de religión y libertad, del principal tema de los protocolos: la seguridad”.

¿Cuál era el tema principal para las montañas Nuba? 

Compartir el poder, compartir la salud y, definitivamente, la religión. En las discusiones siempre decían que en esta área la mayor parte de la población era musulmana. Pero el problema no es ser mayoría o minoría, sino si la gente, aunque musulmana,  desea que las leyes de la sharia18  se apliquen o no. En Nigeria la mayoría de la población es musulmana, pero no desea la aplicación de estas leyes. Ese era el tema principal.  

El acuerdo, claro está, no fue un 100% aceptable. [Hubiera sido mejor] si los términos del cese al fuego se hubieran incluido también en el acuerdo de paz: lo mismo para la región de las montañas Nuba. Pero la implementación del segundo cambió los límites y los acuerdos sobre la región de las montañas Nuba que se habían dado en el primero, y ampliaron el área hasta el estado de Kordofán Oeste. Esto complicó las cosas.
Detrás de todo esto está el hecho de que el Gobierno no pensaba en términos de cada región en sí –lo cual no deja de ser correcto hasta cierto punto. Mas como el problema ya había explotado, requería de cierto descanso. Para que aquellas comunidades pudieran vivir en armonía…se les tenía que acomodar de alguna forma. No es el mismo Sudán que era cuando no había Guerra y violencia. Por eso deseábamos que la región sólo fuera las montañas Nuba. Los Nubas y otros grupos ya habían aceptado formar parte de esa región, pero no ser integrados con otro estado. Las de éste son comunidades completamente distintas, aunque algunas de ellas habiten también en las montañas Nuba.

Como sea: los cambios en los límites fronterizos fueron parte del acuerdo; así se negoció. Fue un dar y tomar: esas fueron las concesiones –en lugar de otorgar secciones de las montañas Nuba a otras regiones.

No es un acuerdo final.

En realidad no estamos contando con que lo sea o no, porque otras cosas sucederán mientras tanto, y quizá ayuden a arreglar algunos problemas. Como el del sharia, el de una descentralización positive, y luego el del poder central… todos los problemas podrán ser resueltos. Mas, todo esto depende de si el SPLM es o no suficientemente fuerte, y se mantiene en una posición desde la cual pueda cambiar las cosas.

Queremos un Nuevo Sudán; cambiaremos todo: el gobierno, la situación de los derechos humanos, y todo lo demás. Queríamos el cambio, y esto –hacer que la visión del Movimiento se vuelva una realidad– sólo pasará si el Movimiento llega a ser capaz en una u otra forma de imponerse al gobierno. Esto, por supuesto, no ha sucedido. El modelo que Dr. John tenía para el caso de que pasara esto consistía en que nos integráramos y trabajáramos con el gobierno para, desde adentro, conseguir los cambios. 

Eso es lo que sucede ahora: trabajamos en equipo e influimos en la situación, y la modificamos a favor de la visión del Nuevo Sudán. Gran parte de esta visión se encuentra planteada en el acuerdo de paz. No al 100%, pero sí en un 85% u 80%. Se han planteado los problemas de el compartir el poder, la igualdad de derechos e, incluso, el de la religión –al menos para el sur. Si la gente del norte desea seguir la sharia, está bien. Si la gente del sur no la quiere, no tiene caso imponerla.

De hecho queremos que esto también se nos aplique: si los Nubas nos quieren, vamos por ello; si no, bueno… Pero aún tenemos la oportunidad, con las elecciones. Si las personas que habitan las zonas bajo el SPLM están convencidos de nuestra visión, sean cristianos o musulmanes, votarán por el SPLM; entonces nosotros diremos “No”, y la sharia ya no se dará ahí

¿El SPLM hará de la tolerancia religiosa una de sus puntas de lanza par alas elecciones nacionales?

Sí. Esa es la estrategia que estamos siguiendo, y por supuesto cambiar el curso del país. Todo depende de si la gente de Sudán acepta o no al Movimiento para realizar los cambios. El Gobierno no era positivo; buscamos ser parte de la autoridad, nos sentimos capaces de cambiar la situación. Si esto no se da, claro que nos va a ser muy duro.

¿Qué hay del tema de la seguridad?

Es una combinación de diferentes eventos, empezando con la muerte de Dr. John, el desarrollo de las estructuras del nuevo gobierno y la frustración ante la puesta en marcha del acuerdo. La población quiere notar este factor; quiere ver algo que le permita decir: “¡Oh, éste es el resultado de la paz!”. Si no sucede así, se sentirá frustrada. Además siempre existirán las cicatrices de guerra, todavía están ahí  y no faltan aquellos a los que les gustaría volverlas a abrir.

La paz tiene sus retrocesos: no va a ser fácil. Los tiene y la gente debe trabajar en ellos. Si quienes firmaron la paz creen realmente en ella, definitivamente trabajaran por ella, y la obtendrán. Mas si no creen en ella, y cuentan con otra agenda, no se dará. 

Los dos partidos en Kordofán del Sur no parecen estar listos para tender puentes entre sus diferencias: el lugar de resolver sus problemas los están presentando ante la Presidencia.  Me parece que con esto el proceso se estancará. .

El acuerdo [para las montañas Nuba] tenía lagunas; eran lagunas muy evidentes. Si los mecanismos para la instauración del acuerdo hubieran estado bien detallados, y si todos los problemas en el acuerdo hubieran sido igualmente precisados, la puesta en marcha hubiera sido más sencilla. Pero, hay lagunas. Eran evidentes desde el inicio

¿No hubo manera de negociarlas?

Hubiera alargado las negociaciones, claro está, pero en realidad sí hubiéramos deseado que el acuerdo fuera tan detallado como para no permitir maniobras.

¿Entonces, por qué la impaciencia? Ustedes llevaban luchando 18 años ya…
Bueno, esa fue la causa de cómo se estableció la paz. Todos estaban esperando que el acuerdo comprensivo de paz llegara a su punto final, y el toma y da no funcionó.

Había mucha presión.

¡Presión! La gente estaba esperando la paz. Y la paz se dio, pero sin precisiones. En el terreno real ambas partes  tendrán que sentarse juntas par a ver cómo pueden ser solucionadas esas lagunas. Hasta ahora eso aún no ha pasado, y el hecho no está ayudando a la situación general

Has sido nombrado ministro de Desarrollo Rural y Recursos Hidráulicos en el estado de Kordofán del Sur. ¿Estás contento con este nombramiento?

Personalmente… No estaba buscando un trabajo [gubernamental]. Quizá otros necesitan el dinero, pero para mí eso no era problema. Se me ha pagado por bastante tiempo; he estado visitando todos estos países… En realidad no se trata de ir detrás de un puesto, a menos que sepas que puedes mejorar las cosas. Si no tienes suficiente espacio para lograr los cambios, entonces sólo es… Pero tampoco puedes dar por sentado que el cambio no se va dar. No quiero que eso me pase, así que lo intentaré. Sí, lo intentaré. Y si no funciona… hasta ahí.  

Estás realizando tus estudios de postdoctorado: ¿cómo ves tu futuro?

Queremos alcanzar los objetivos  del Movimiento, la visión del Nuevo Sudán, y mi deseo es formar parte de ello. No necesariamente como miembro del gobierno; cuando me encontraba trabajando en la NRRDO me estaba asegurando de poder contribuir. Esa sería mi directriz, este o no en el gobierno. Incluso si estoy dentro de una profesión académica: me aseguraré de estar trabajando para los objetivos en los que creo.

1. Siglas en inglés por “Sudan People’s Liberation Movement”, Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés.
2. La palabra umma, árabe, designa a la comunidad de creyentes del Islam, a todos aquellos que, más allá de su nacionalidad, género, origen o condición social profesan esta fe.
3. Siglas en inglés por “Development Planning Unit”,  Unidad de Planificación para el Desarrollo, un centro internacional cuyo eje es la investigación y la capacitación en programas de desarrollo urbano sustentable.
4. Siglas por Fondo Monetario Internacional.
5. La Corporación Chevron es una de las empresas trasnacionales estadounidenses dedicadas a la explotación y refinación de productos y derivados petrolíferos y energéticos.
6. Empresa productora de leche y sus derivados.
7. Siglas en inglés por “National Islamic Front”, Frente Nacional Islámico.
8. Siglas en inglés por “Sudan People’s Liberation Army”, Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés.
9. Los shanabla son los miembros de un grupo étnico primordialmente pastor. Su origen se relaciona con los pueblos camelleros del desierto árabe.
10. De hecho, la voz effendi es de raíz turca y se usa para designar alguien con alto nivel o reconocimiento social, es un equivalente de la voz inglesa sir y, como ésta, a veces va antes del nombre y apellido de la persona. Al parecer su origen fue la palabra griega aphentes [afendis en griego moderno], “señor” o “amo”.
11. Haile Mariam Mengistu. Nació en Walaita, Etiopía, en 1937. Formó parte del grupo de militares que derrocó a Haile Selassie el 12 de octubre de 1974. Gobernó Etiopía durante dos períodos: el primero (entre febrero de 1977 y septiembre de 1987) como presidente de la Junta de Gobierno o Derg; el segundo como primer presidente de la República Democrática Popular de Etiopía, entre septiembre de 1987 y mayo de 1991. Su política de corte estalinista le ganó el descontento de buena parte de la población, que se levantó en armas con apoyo de los Estados Unidos. Para entonces, la URSS le había retirado su apoyo. Tras ser derrotado, se exilió en Zimbabwe. Pese al exilio se le ha juzgado y culpado por genocidio.
12. Las guerrillas eritreanas entraban al territorio etíope por el norte. Eritrea se unió a Etiopía como federación en 1952, pero diez años después la unión se disolvió y Eritrea fue degradada a provincia de Etiopía. Desde entonces llevó una lucha independentista contra este país. La guerra fue evidente en 1983. Bajo el Frente Popular para la Liberación de Eritrea, este país consigue su reconocimiento como región autónoma en 1987. Sin embargo, su independencia le es reconocida a nivel internacional hasta 1993. Su nombre: Estado de Eritrea. Entre 1997 y 2000 volvió a tener problemas con Etiopía. En abril de 2002, con intervención de la ONU, se establecieron las fronteras definitivas, mismas que Etiopía no ha aceptado.
13. Riek Marchar. Líder y político sudanés. Nació en 1952 en el poblado de Ler. Recibió educación universitaria y llegó a estudiar un posgrado en Escocia. En 1983 se unió como guerrillero al SPLA. En 1991, los problemas internos en este organismo y la falta de libertad que en él veía le hicieron romper con él y con el movimiento general, el SPLM. Era entonces uno de los principales comandantes militares del grupo. Continuó tras la ruptura con su carrera política en nombre de Sudán. En 2007, vicepresidente entonces de Sudán del Sur, fue mediador de paz entre el Gobierno de Uganda y las fuerzas del LRA (Lord’s Resistance Army, Ejército de la Resistencia del Señor).
14. La palabra janjawid, de origen árabe, parece derivar de las raíces djinn (espíritu) y jawad (caballo) y hace referencia a las comunidades de origen árabe (pueblos del desierto) que se asentaron en Sudán. El término aparece por primera vez en 1988, poco después de la victoria que tuvo en Chad Hissène Habré, gracias al apoyo de Francia y los Estados Unidos, y hace referencia a este tipo de milicia. Desde 1990 bajo el nombre se integran dos milicias similares: la de Chad y la de Darfur. El Gobierno de Sudán, con sede en Jartum, no sólo las tolera pese a considerárseles asesinos, sino que a partir de 1999-2000 las arma y, para 2003, las usa como sus principal fuerza de represión, sobre todo contra la comunidad musulmana no de origen árabe de Dafur. En 2006, muchos de los líderes de la milicia pasaron a formar parte del Ejército Sudanés.
15. Julius Nyerere. Político tanzano. Nació en Boutiama en 1922: murió en Londres en 1999. Estudió en Edimburgo, y al terminar ahí sus actividades regresó a Tanganica para, primero, ser profesor y, después, dedicarse a desarrollar una teoría política en pro de la libertad en África que hoy se conoce como “socialismo africano”. Se caracteriza por la no dependencia de las naciones africanas de ningún país imperialista extranjero, fuera éste de la ideología que fuera. En 1961 condujo a su país, Tanganica, a la independencia. Al proclamarse la república de Tanganica, fue, su primer presidente. Tanganica y Zanzíbar se unieron para dar lugar en 1964 a Tanzania, y Nyer fue también el primer presidente de este país. Su prioridad económica es la autosuficiencia, con eje en el la creación de los ujama o comunidades campesinas para un desarrollo rural colectivo. En 1985 renunció  a su cargo: se negó con ello a asumir las condiciones del Fondo Monetario Internacional. Se le llamaba en lengua kiswahili “Mwalimu”, maestro.
16. La Operación Supervivencia en el Sudán está formada por varias agencias de la Naciones Unidas, en especial la UNICEF y la FAO, y unas 35 ONGs, a cuyo cargo está proporcionar ayuda humanitaria en esa zona africana. Se estableció en abril de 1989 para intentar combatir la hambruna y los efectos de la larga guerra civil regional, y como resultado de las negociaciones, con intervención de la ONU, del cese al fuego y el tratado de paz entre el gobierno sudanés y el SPLM/SPLMA
17. Los BM son un tipo de artillería lanzacohetes. Los hay de distintos modelos, según el calibre del misil, y su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Fueron creación de la ex Unión Soviética para combatir a las tropas alemanas. Los más populares reciben el sobrenombre de “Katyushas” y fueron la primera artillería autopropulsada que se construyó en ese país. Suelen montarse en camiones, lo que permite gran movilidad.
18. La palabra árabe shari’a, sharia o sharía en castellano, significa “el camino al manantial”, aunque se sintetiza como “vía” o “senda”. Se utiliza para referirse a la ley musulmana. Esta normatividad, al contrario que El Corán, se puede discutir. Es el eje del derecho islámico.
 
 
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